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Leitone, el potrillo del pueblo que se vende en 800 mil dólares

El verdadero gestor de la compra del animal- más allá de Feña González- es Roberto San Miguel. Ayer lo pillamos en Viña, para preguntarle por el futuro de su campeón.
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Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso

El día de carreras en el Sporting, después de la extensa jornada del Derby Day es, generalmente, más relajado que de costumbre. Poca gente en las galerías, sólo diez carreras y los apostadores que ya no quieren saber más de carreras, después de haberlo perdido todo el domingo. Para Roberto San Miguel- que fue el gestor de la sociedad del potrillo Leitone, ganador del último Derby- es en cambio, el día de los saludos.

Besos en la mano, apretones y un sinfín de abrazos desconocidos, se aparecen por su mesa, que comparte junto al preparador John Pinochet y otros amigos. Él mismo lo dijo después de ganarse el Derby, acompañado del presidente del Sporting, Carlos Rossi: muy pocas veces se ausenta del hipódromo viñamarino.

"Puede sonar arrogante lo que te voy a decir, pero cuando el amigo que tenemos en común con el Feña González le habló sobre mi, le dijo que yo era el gallo que más sabía de carreras en todo Chile", dice San Miguel, mientras con su programa estudia algún pingo fijo para la tarde.

Mirando a John Pinochet- preparador de Leitone- busca la complicidad que afirma la idea de que su potrillo fue el más barato, de entre todos los que corrieron ese día.

Si el diario digital, El Mostrador, aseguró que Leitone había galopado el domingo a la élite económica y política de Chile, San Miguel le agrega a eso que siete de los ejemplares que corrían ese día, son propiedad de Carlos Heller.

No es que este propietario se considere el rey Midas del rubro porque, en la búsqueda de rematar bien, el 99,9% corresponde a la suerte. "Pero yo nací en las patas de los caballos, entonces, conozco perfectamente el pedigree de la mamá y con quien estaba emparentada", asegura.

En eso, la conformación del caballo también importa, porque su Leitone es, para él, único en su tipo. Con un tranco impresionante que podría extenderse, si quisiera, por cuatro mil metros.

Es el bagaje hípico el que le permitió comenzar a celebrar en la tierra derecha, cuando aún quedaba mucha carrera y Leitone se arrancaba por más de cinco cuerpos. Sabía como propietario y periodista hípico de toda la vida, que la potranca Penn Rose- que era una de las favoritas- no le haría mayor daño a la victoria de su regalón.

Leitone dorado

Feña González no quiso entrar en la mitad de la sociedad, sí en un tercio. Luego se sumó Ariel Gómez. Mostrando los últimos mensajes que le envió Fernando González, se puede leer lo agradecido que está el tenista, ahora, por haber tenido la satisfacción de ganar un Derby.

Podría, por qué no, extenderse la racha del potrillo que solamente costó 6 millones de pesos, haciendo una fortuna de más de 150 millones. Está nominado para el Latinoamericano de marzo, a correrse en el hipódromo de Maroñas, Uruguay, pero las aristas a considerar son múltiples.

"Existen tratativas de venta. Si llegan las lucas el caballo se vende, porque este es el mejor momento", dicen desde la tribuna del triunfador. Y aunque no le han llegado ofertas, el precio que pide por su primer ganador de grupo uno, es de 800 mil dólares que, traducidos al peso chileno, son como 520 millones de pesos.

Para San Miguel todo esto de vender un caballo, no es más que un proceso relativo. Porque, dice, que según supo, a la campeona de la arena del Hipódromo Chile, Wow Cat, la querían comprar en dos millones de dólares y su propietario, Pedro Hurtado, rechazó la oferta.

Son nombres que se han apropiado de la hípica y ante los cuales el potrillo Leitone pudo sobreponerse, dice San Miguel. Por eso aseguró que era el caballo del pueblo o la excepción a la regla.

"El triunfo del domingo nos dice que no todo es lineal. No todo se da de acuerdo a los números", sentencia San Miguel.

Ahora sí, el preparador

Una vez finalizada la carrera del Derby, Leitone viajó inmediatamente a la capital, hasta el corral 21 que su preparador John Pinochet tiene en el Club Hípico de Santiago. Nunca antes, hasta septiembre del año pasado, se había ganado un clásico de grupo 1.

"Había corrido sí, pero con caballos que llevaban poca opción, muchas veces por tener la ilusión de correrlos, pero nada como Leitone. Siempre hay caballos que tienen que estar, pero con posibilidad de ganarlos, imposible", cuenta.

Gran Ripetti y Quevaronte, se llaman los potrillos que repetirán, en 2018, la dupla entre San Miguel y John Pinochet. Una de las cosas que los llevó a Viña del Mar, ayer, es la inscripción anticipada al Derby 2019, a le espera de que el buen ojo y la experiencia en los remates, les permitan ganar otra vez un clásico grande.