Tras hacerse pública la colusión de las grandes cadenas de farmacias en el país, surgieron con fuerza los conceptos de farmacias populares, como la de Recoleta o las comunales, como optaron por llamarle en la Ciudad Jardín.
El objetivo apuntó a ofrecer medicamentos a un menor costo, favoreciendo así a enfermos crónicos y usuarios en general.
La farmacia comunal de Viña del Mar fue inaugurada en 2016, en 13 norte esquina 4 oriente.
Según cifras actuales de la Corporación Municipal, el número de usuarios mensuales alcanza las 2 mil personas, aproximadamente. El número total de usuarios inscritos sobrepasa los 5 mil.
A diferencia de la farmacia popular de Valparaíso que ofrece desde medicamentos hasta preservativos y pañales, la de Viña del Mar partió con un arsenal farmacológico de alrededor de 140 principios activos los que en la actualidad llegan a más de 350, de los cuales en algunos casos se tiene más de una alternativa, además de leches alimenticias.
La farmacia comunal está abierta a todo público, el único requisito para acceder a ella es presentar en primera instancia la cédula de identidad para el registro.
Pacientes crónicos
El corazón de la iniciativa está centrada, cuenta Claudio Boisier, gerente general Corporación Municipal que es "principalmente en medicamentos crónicos, que son los que implican un mayor gasto del consumo familiar de las personas".
Agrega que siempre se está ampliando la oferta de remedios disponibles, esto "se realiza de acuerdo a las solicitudes de los pacientes, a través de las recetas que presentan".
Registro de usuarios
Boisier cuenta que la farmacia ha modernizado y tecnificado su proceso de atención a los usuarios, disponiendo de un nuevo software de registro que permite que el beneficiario no tenga que presentar la receta médica cada vez que requiera un medicamento. La receta se registra y permanece en el sistema por el tiempo de vigencia del tratamiento.
Fernando Rubio acude a la farmacia hace más de un año, cuenta que va por los medicamentos para la hipertensión "me cuestan $3.000 pesos y en famarcias valen más del doble. Se ha notado el ahorro". Agrega que se podrían sumar otros remedios que tienen un tratamiento costoso.
También hay usuarios que van por primera vez y notan la diferencia de costos como Maximiliano Mewe "encontré el medicamento a mitad de lo que me lo vendían en farmacias" o Roberto Tejeda quien buscaba un remedio para su señora que "acá sale 26.000 pesos, pero en farmacia sale más de 38.000, conviene de todas maneras."