Claudio Morales Salinas

Pese a los buenos primeros minutos, San Luis terminó cediendo una igualdad frente a Huachipato en compromiso jugado ayer en Talcahuano. Los canarios tuvieron un gran arranque, tanto que al conjunto local le costó mucho enhebrar una salida clara ante la presión que ejercieron los pupilos de Miguel Ramírez.

Pese a ello, la jugada que desembocó en las mallas del portero Carlos Lampe, fue un balón aéreo que pivoteó muy bien Carlos Escobar -su especialidad- para el ingreso al área lleno de atrevimiento de Rodrigo González. El lateral derecho remató cruzado agarrando la pelota de sobrepique y anotó un golazo que auguraba, en los doce minutos, una gran jornada de los canarios en Talcahuano, tal vez pensando en que podían quedar punteros.

Huachipato siguió por largos minutos muy desacomodado en su propia cancha y perfectamente San Luis pudo asestar otro golpe. Mauro Caballero estuvo a nada de convertir el 2-0, pero su disparo en los 18 minutos azotó el travesaño. Lamentablemente, el conjunto quillotano dejó pasar su mejor momento y los dueños de casa comenzaron a acercarse.

Aún así, la portería canaria no sufría grandes apuros, por eso cayó tan mal, en los 38 minutos, el empate de los acereros. Esto además porque la fortuna estuvo del lado del volante Leonardo Povea, quien sacó un centro que se fue sobre el arco y se coló a la espalda del arquero sanluisino.

San ignacio

El envión le alcanzó a Huachipato para salir con todo en la segunda etapa. El panameño Gabriel Torres fue un buen tónico para la ofensiva de los sureños, ya que el delantero centroamericano tuvo la ocasión de aumentar la cuenta, pero Ignacio González achicó de gran forma y salvó su arco. También el meta canario evitó el gol del hábil César Valenzuela, quien lo enfrentó solo, pero que tampoco pudo vencer al Nacho con un derechazo cruzado.

San Luis retomó la presión del inicio y sobre el final del partido se generó un par de ocasiones muy claras para regresar con los tres puntos a Quillota. Primero fue Gonzalo Sepúlveda quien no pudo con el boliviano Lampe a través de un cabezazo a quemarropa, y luego Caballero volvió a remecer el larguero cuando era inmejorable la oportunidad de decretar el 2-1.

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