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"Patrulla Juvenil" peluseó de lo lindo en el diario La Estrella

Pese al entretenido caos que ocasionó el trío de Mega, María José Quintanilla se dio tiempo para hablar en serio.
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Carolina Cabezas

Recorrieron desde plaza Sotomayor hasta las salas de redacción de La Estrella de Valparaíso. La "Patrulla Juvenil" encabezada por Karol Lucero, Joaquín Méndez y la recién integrada María José Quintanilla, se preocupó de desordenar las oficinas del centenario edificio porteño ubicado en calle Esmeralda.

En una visita que se extendió por más de dos horas, los rostros del matinal "Mucho gusto" de Mega movieron a una enorme masa de fanáticas, quienes se aglomeraron a las afueras del edificio. Entre gritos de amor y muchos piropos, los jóvenes acabaron por salir y fotografiarse con cada fan que se cruzaron por sus camino.

Joaquín Méndez y Karol Lucero no dudaron en desordenar la crónica del diario La Estrella y también a los trabajadores de este medio. Pero más allá de las bromas, María José Quintanilla, la más joven del grupo, se dio tiempo para conversar en extenso y en serio con nosotros.

La ex participante del programa juvenil "Rojo, fama contra fama" se unió al grupo de panelistas en marzo del 2017 en compañía de Daniela Castillo, con quien también realizan la famosa "Patrulla Juvenil", luego de que saliera del espacio matutino Karen Bejarano.

"Es desconocido la cantidad de trabajo que hacemos desde acá (en la V Región), la edición, los guiones, el equipo que organiza los lugares que vamos a visitar, hay improvisación de por medio también , pero es muy entretenido. Lejos lo más bonito que me ha pasado en el 'Mucho Gusto' es poder recorrer y hacer los enlaces en vivo", comenta Quintanilla.

Buen recibimiento

Sobre el recibimiento que tuvo en el espacio de Mega, Quintanilla es sincera y acepta que antes del programa y gracias a "Rojo" tenía una fiel fanaticada, sin embargo, luego de que se uniera a "Mucho gusto" las cosas aumentaron en masa: "Con el programa la cantidad de gente que me conoce por el matinal es muchísima y eso lo agradezco demasiado porque me ha permitido crecer. Lo bueno también es que cuando uno sale con ellos (Karol Lucero y Joaquín Méndez) la gente se te acerca, lo lindo es que nos reconocen como amigos, como gente que se quieren de verdad", indica la joven animadora.

Pero como no todo es trabajo en las costas de Valparaíso y de la Ciudad Jardín, María José Quintanilla también debe divertirse, aunque ella se reconoce como una "no fanática" del carrete ni de las fiestas nocturnas: "No salgo mucho, de hecho casi no carreteo, así que no sé cual es mejor, si la fiesta en Viña o Valparaíso, pero tendré que probar para poder decir cuál es mejor", menciona María José Quintanilla.

La "Patrulla Juvenil" de "Mucho gusto" de Mega estará por Valparaíso y Viña del Mar hasta que el certamen internacional llegue a su final el próximo domingo 25 de febrero.

La Estrella de Valparaíso

El don de la palabra: ¿qué hace un relator de carreras hípicas?

Buena memoria, una perfecta visión y amor por los caballos son los elementos que debe tener la persona que desee narrar carreras, según un profesional que ha dedicado más de la mitad de su vida a este oficio apasionante.
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Isabella Gálvez Olivo - La Estrella de Valparaíso

Todos lo escuchan, pero pocos lo reconocen. A pesar de que su voz es la guía que alienta las carreras de caballos, su rostro es un misterio para la mayoría de sus espectadores.

Mauricio Olivares se dedica hace 37 años a narrar eventos hípicos. Su trabajo es indispensable para crear un ambiente único en las carreras, pero lo realiza desde una torre alta, escondido de los demás.

Ama su trabajo y no se imagina estar haciendo otra cosa en su vida.

El principio de un viaje

Mauricio inició en este oficio por puro "amor al arte". Dice que le debe su pasión insaciable a sus tíos, que desde pequeño lo llevaron a pasar días enteros a los campos del Sporting Club. En esa época experimentaba la adrenalina que genera la espera de ver el caballo por el que se apostó, pasar la línea de meta victoriosamente.

"Me crié aquí en el Sporting. Vivimos aquí nuestra niñez. Los tíos nos traían a las carreras, nos quedaba cerquita y ahí escuchando los relatos de Santiago en voz de don Fernando Poblete, me enamoré del trabajo", explica Olivares, señalando orgulloso que ahora trabaja en el Hipódromo Chile , junto a su ídolo de años.

Sus inicios, en 1976, se dieron gracias a los pequeños y comunes trabajos que se necesitaban en el famoso establecimiento hípico de la Ciudad Jardín en esos años: cajero en las casetas de apuestas, escritor de la pizarra donde se exponían los resultados y ayudante. Sin embargo, su amor por el relato siempre estuvo presente y empezó, por su cuenta, a instruirse en la narración de carreras, escuchando las transmisiones que llegaban desde Santiago. Se memorizó el protocolo de los relatores y aprendió las palabras técnicas que se usaban en la industria.

Recién en el '81 tuvo la oportunidad de narrar su primera carrera, gracias a la ayuda de un caballero al que siempre le tendrá respeto y cariño.

"Entré al Sporting como ayudante. Era lolo, tendría unos 16 o 17 años. Luego se dio la oportunidad de relatar carreras. Fue gracias a un compañero que está jubilado, don Oscar Serrano. Yo estaba realizando ventas en galería y se me acercó él, justo venía una carrera. Le pedí los datos para narrar la carrera, como una humorada, y se la relaté. Me dijo '¡qué bien lo hace!, ¿le gustaría relatar carreras?', y de aquí por allá empezó a hablar con los jefes de apuestas hasta que se dio la oportunidad de llegar acá arriba y empezar a ver cómo eran las distancias y los postes que la marcan. Hasta que narré una y de ahí empecé", recuerda el hombre que ha sido la voz, en más de 10 ocasiones, del clásico El Derby.

En el balcón

Mauricio trabaja en Viña y Santiago. Su puesto en el Sporting Club es en una de las dos torres de narradores que, desde una gran altura, le permite visualizar todo el campo.

En su puesto tiene, a su lado derecho, una pequeña televisión que le ayuda a guiarse rápidamente en el caso de que sus ojos le fallen; junto a ella, se encuentra un micrófono común y corriente que es usado de emergencia cuando el inalámbrico que se cuelga en la cabeza deja de funcionar.

En sus manos tiene el programa de la carrera, que utiliza para memorizarse los colores de cada caballo con sus respectivos jinetes. También un lápiz y sus binoculares.

Desde su balcón contempla la pista ovalada con prismáticos. Los últimos metros de la carera los narra a vista limpia, poniéndose en los zapatos de los espectadores que, bajo sus pies, gritan eufórico palabras de emoción al aire.

"Escuchar a la gente gritar es... mágico. El ruido de las personas chasqueando los dedos, gritando porque están esperando ver si su caballo va a ganar o no, es lo mejor", menciona Olivares, refiriéndose a la bulla que inunda a las graderías de cualquier fiesta hípica en los últimos segundos de la carrera. Recuerda que la gente es muy apasionada en todos los encuentros de caballos y, para él, es fascinante complementar su idolatría hacia las carreras con la del público.

Perfil de narrador

A pesar de que este profesional de la palabra oral nunca dijo que sólo unos pocos podrían dedicarse a esto, indica que para ser narrador de este deporte es necesario tener un par de características para ser exitoso en el rubro.

"Primero hay que tener buena memoria, pues debes aprenderte los nombres de los animales y el jinete. Buena vista, obviamente. Excelente dicción, para que el público te escuche y te entienda sin problemas. Y lo otro que es muy importante, que te guste la hípica. Siempre el trabajo de uno debe gustarle, para hacerlo con más ganas y con más pasión, así como lo hago yo", asegura Olivares con una enorme sonrisa.

Su labor dura entre dos y tres minutos. En ese corto tiempo, la adrenalina corre por sus venas y se expresa en su voz. Cuando los animales ya se están acercando a la línea de meta, su pulso se acelera y su relato toma un giro inesperado al aumentar el ritmo y volumen de la narración.

"Uno queda cansado cuando termina, como sin aliento. Por que narrar es emocionante", dice Mauricio, quien asegura que se encuentra feliz con su trabajo y se ve haciéndolo por muchos años más.

Su Derby

En el caso de El Derby, evento que ha narrado más de 10 años consecutivos, su frenesí aumenta considerablemente pues lo considera "la segunda festividad más importante en Chile, después del 18 de septiembre".

Señala que su actitud cambia en una carrera tan reconocida como esa, pues siente mayor presión para que todo salga perfecto y la conexión con el público sea especial, pero "a todas las carreras les pongo el mismo empeño, sea ésta o una normal. Siempre hay que hacer un buen trabajo".