Manuel Gómez Poblete

Prácticamente sin habla y muy angustiado por la experiencia vivida -y también por el estado en que quedaron sus minibuses (uno de ellos recibió la injustificable ira de los hinchas de O'Higgins)- se mostró el dueño de las dos máquinas que transportaban la noche del domingo a familias de hinchas evertonianos y que fueron apedreados, sin motivo ni provocación alguna, en las afueras del Estadio El Teniente, Javier Zamora.

A la espera de Carabineros, su desazón era tanta, que Zamora le pidió al conductor del minibus afectado, Cristián Vásquez, que reviviera para La Estrella lo sucedido.

"En el momento en que estábamos a la espera de nuestros últimos hinchas, apareció una turba de creo 15 a 20 personas... a lo mejor más y nos bañaron a piedrazos. Nos quebraron los vidrios del vehículo, la gente estaba abajo conversando y por suerte no hubo daño personal, pero realmente fue algo inesperado e increíble. Al final logramos que la gente se subiera, cerrar y arrancar, pero en ese instante, que quizás fue menos de un minuto, nos quebraron todos los vidrios".

-¿Le encuentra alguna explicación a lo sucedido?

-Ninguna, ya que no jugaba O'Higgins, no era un partido de alto riesgo y aparte estábamos estacionados en un lugar residencial... cerquita del estadio. Y por ello que jamás pensamos en que pudiese pasar algo así... pero tu vez, el peligro está en todas partes.

-¿En cuánto podrían evaluarse los daños al minibus mayormente afectado?

-Nos dejaron todos los vidrios rotos y parte de la carrocería también, así que ya estamos hablando por sobre los dos millones de pesos, por parte baja. Y esperamos que alguien de Everton nos pueda ayudar, ya que esto es muy grave. Yo en lo personal he ido más de alguna vez a partidos de alto riesgo, a clásicos entre Colo Colo y la "U", a partidos de Wanderers en Playa Ancha, pero jamás nos había pasado algo así con estos supongo hinchas de O'Higgins, ya andaban con camisetas celestes. Nos tomó de sorpresa y desgraciadamente no había Carabineros en los alrededores.

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Al borde de las lágrimas, pero más tranquila al constatar que todos los suyos (los integrantes de la bandita del "Tío Pepe", hinchas, en su mayoría familias, fanáticos de Everton) estaban salvo por el susto, bien de salud, estaba Daniela Gallardo, la joven a cargo del minibus que transportaba a hinchas y periodistas viñamarinos a Rancagua, con ocasión del pleito entre Audax y Everton.

"Lo primero que pasó fue que llegó un auto... un Kia rojo y un tipo nos empezó a preguntar cosas, de qué equipo éramos y como que sacó un arma o algo así, pero no pasó nada. Pero al minuto apareció un grupo como de 30 personas con camisetas de O'Higgins caminando hacia la van, yo entonces grito para que mi gente se suba al minibus y tratamos de protegernos de lo que se veía venir. Y de ahí nos apedrearon y siguieron haciéndolo a pesar que ya estaban todos los vidrios rotos. La gente estaba asustada, a la van le costó salir debido al shock del chofer, pero por lo menos estamos todos bien y no pasó a mayores".

-Con una barra familiar y que jamás se ha visto involucrada en actos de violencia como la suya, ¿cómo califica el accionar de los hinchas de O'Higgins?

-Fue un acto súper cobarde la verdad... fue algo impresentable. Y lo que más me da vergüenza es que en el último partido contra O'Higgins, la barra de Everton se portó súper bien con el tema de sus 16 hinchas, ellos saben lo que significa viajar por el equipo y lo que ellos hicieron traspasó todo límite... ya que corrimos riesgo en nuestras vidas. No tienen códigos, se dieron cuenta que somos familias e igual nos atacaron".