Heroico repunte de Curicó ante la Unión Española: 4-4
Los "Torteros" caían por uno a cuatro -y con diez elementos- hasta los 86' de juego; pero a la postre, lo igualaron en un final de infarto.
Era un partido que, aparentemente, comenzaba a definirse desde muy temprano. Y es que antes de los diez minutos de juego, la Unión Española se encaminaba a un cómodo triunfo lejos de casa al anotar dos tantos en su visita a Curicó Unido en el Estadio La Granja.
No obstante -y en un repunte histórico para los pupilos de Luis Marcoleta- el encuentro que puso fin a la disputa de la 4ta fecha del fútbol chileno en su Primera División, terminó igualado 4-4... en una verdadera guerra de goles.
De hecho, cuando el reloj marcaba apenas los 16 segundos -y tras una evidente falla compartida entre Bechtholdt y Silva- apareció el hispano Pablo Aránguiz, para con un tiro bajo y no muy fuerte, superar la resistencia de Jorge Deschamps. Nueve minutos después y cuando los locales trataban de reaccionar, apareció el goleador hispano, Tobías Figueroa, quien, con una rápida mediavuelta, anotó el segundo tanto en favor de los dirigidos por Martín Palermo.
El tanto marcado por Gabriel Vargas a los 37' (tiro bajo y cruzado al primer palo del "Mono" Sánchez) le devolvió la ilusión a los "Torteros". No obstante, la posterior expulsión de Nelson Rebolledo (40') que bajó a un rival siendo último hombre, aumentó las dificultades para los pupilos de Luis Marcoleta.
Final de miedo
Tras el descanso y pese al empeño de un Curicó Unido disminuido en términos numéricos, la visita amplió su ventaja a través de dos nuevas anotaciones de Tobías Figueroa, primero a los 68', de penal, y luego a los 75', lo que parecía ya definitivo.
De hecho, el hispano Ramiro Carrera se lesionó y, por lo abultado del marcador (y ya con los cambios realizados), el técnico Martín Palermo lo sacó del campo de juego, pese a que el argentino insistía en seguir jugando. Y tras ello vino el repunte curicano, en el día de su aniversario: Primero a través de un tanto de Ricardo Blanco a los 86', que de igual modo asomaba como un descuento; pero luego, Gabriel Vargas ganó por arriba a los 89' y el estadio entró en llamas (3-4) hasta que Mauro Quiroga a los 92', colocó un 4-4 que será recordado por años entre los hinchas de la banda sangre.