Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso
A eso de las 13.30 horas de ayer, una decena de funcionarios de la Brigada de Delitos Medio Ambientales y Contra el Patrimonio Cultural (Bidema), llegó hasta las dependencias del canil de Laguna Verde, a cargo de la Sociedad Protectora de Animales de Valparaíso, alertados por denuncias de maltrato animal.
Luego de un año de recopilación de material audiovisual, el denunciante- quien es socio del recinto, pero prefirió no identificarse para no entorpecer la investigación - aseguró que hace más de seis meses que la presidenta de la corporación, Marina González, lo vetó para entrar al canil.
Roxana Naranjo y Ana María Valenzuela son dos socias que también fueron vetadas por la presidenta. Según dicen, porque la encararon y dijeron que lo que ahí ocurría era maltrato animal.
"Hay perros sufriendo y no hay veterinarios contratados", fue lo que le hicieron saber a Marina González, pero ésta no la escuchó. De a poco se fue quedando sola, dicen, perdiendo el respaldo de los demás socios.
Perros agonizando, que esperan la muerte durante días, son parte de las imágenes más crudas con las que se ha topado Ana María Valenzuela, según su relato. "Mueren perros, especialmente cachorros, todos los días. Lo peor fue cuando me encontré con cinco cachorros muertos", agrega.
Cuentan estas socias que hasta septiembre del año pasado, todos los sábados se realizaban procesos de adopción, los que fueron cancelados, debido a la marginación de los socios.
Desde entonces, los animales se han ido acumulando, sin la posibilidad de salir. Además insisten en que no hay registro de cuántos animales entran, ni nada que los identifique, como una ficha médica o un chip, lo cual también es parte de las obligaciones que tiene un canil.
Sí HAY RECURSOS
Aseguran los socios que Marina González, como presidenta de la Corporación a cargo del canil, aparece en los medios con regularidad, para "reclamar por la poca cantidad de recursos que tienen". Aún cuando, ellos dicen que el 2016, "el canil recibió una herencia de una socia, de aproximadamente 600 mil dólares. No sabemos dónde está esa plata", se preguntan.
Lo que ellos reclaman es que, más allá de los ingresos, "estos no se condicen con el mal estado en el que viven actualmente los animales".
Intentamos hablar con los responsables del lugar, sin embargo se negaron a emitir declaraciones.
Por su parte, la PDI no quiso hacer declaraciones, porque todavía no se configura delito debido a que los trabajos de investigación continuarán en el canil de Laguna Verde.