Secciones

El "Tiburón" sigue dando batalla en la más compleja de sus travesías

El legendario Víctor Contreras sigue internado en el Hospital de Quilpué, tras sufrir problemas cardiacos y complicaciones diabéticas.
E-mail Compartir

Carolina Cabezas - Manuel Gómez - La Estrella de Valparaíso

Debe ser y por lejos, el mejor nadador chileno de la historian en aguas abiertas. Técnico electricista de profesión, Víctor "Tiburón" Contreras representó a Chile en innumerables travesías a mar abierto, siendo profesor -y fuente de inspiración- para muchos deportistas nacionales y extranjeros.

Sin embargo hoy, la lucha del "Tiburón" no es contra las gélidas aguas del sur de Chile o las enormes distancias que abarcaron muchos de sus travesías en el Estrecho de Gibraltar o el Canal de la Mancha, sino que lo suyo pasa por recuperar su salud, internado desde hace ya tres semanas en el Hospital de Quilpué.

Con una evidente baja en su peso -y un estado de ánimo que sube y baja en cuestión de segundos- el "Tiburón" Contreras accedió al dialogo con La Estrella, reconociendo en nuestro medio a un testigo privilegiado de sus hazañas deportivas.

"Me internaron hace unas semanas, ya que llegué ahogado y con molestias al corazón (se le diagnosticó una hipertrofia cardiaca que ya fue estabilizada), pero aquí me han recuperado bastante. Y ahora el problema es mi pie (fue operado tras presentar una ulcera con exposición de tendón en su talón derecho, lo que le ha obligado a mantener reposo en el sector Medicina del recinto en donde ya le han realizado diversos aseos quirúrgicos) y el lunes (hoy) habrá una junta médica para ver si me operan de nuevo o me dejan otros tres días para una nueva evaluación", relata este ex deportista que radica desde el año 2010 en la Ciudad del Sol.

Por la diabetes

Si bien sus largos y rigurosos entrenamientos, fueron mermando su capacidad cardiaca, fue la silenciosa -y no menos peligrosa- diabetes, la que lo tumbo a la cama 116 del hospital quilpueíno. Y es que una herida mal cuidada en el pie, generó estragos.

"Lo de la herida se me complicó, ya que tenía bichos. Pero gracias a Dios tuve el apoyo del Some de Pompeya, quienes me derivaron para acá", relata el mítico "Tiburón", quien también culpa a su sobreexigencia física en relación al "agrandamiento" de su corazón.

"Lo que pasa es que mis entrenamientos eran muy exigentes... fue mucho. Me sobreexigí porque quise hacerlo todo y eso me pasó la cuenta. Si me pedían diez kilómetros, yo hacía 18 ó 20 y eso me dejó como estoy ahora", comenta Contreras a voz forzada, ya que hace apenas cuatro días fue sometido a una operación.

Por lo demás, hace ya semanas que Contreras está combatiendo contra las complicaciones de su diabetes, una falla renal y contra su corazón, el que ha crecido más de lo normal y lo ha obligado a ser intervenido. "Tengo una falla renal irreversible o sea... estoy cortado", sentencia el nadador, quien agrega que "lo único que pueden hacer es medicamentos para alargar mi vida... por cuanto tiempo... no es certero. Ahora, si sigo esta dieta, pueden ser años, pero sino, se complica el tema".

Agradecido

El inquietante estado de salud del "Tiburón" Contreras ha trascendido y no han sido pocos sus amigos y/o discípulos que han preguntado por él.

"Mi hijo me dijo que me han llegado mensajes de España, Francia, Europa... de todas esas partes que estuve, todos me han estado llamando, no se han olvidado de mí (…) hasta mi doctora antes de ingresar a pabellón me pidió una foto (…) aún se acuerdan de mí", comenta Víctor Contreras, quien, de su carrera, no tiene cuestionamientos.

"No me arrepiento de nada, todo lo que hice fue con ganas y si pudiera hacerlo otra vez... lo haría, porque de verdad lo disfrute a pesar de cómo estoy ahora".

en las mejores manos

E-mail Compartir

Mafalda Espinoza, la mujer por 32 años del "Tiburón" Contreras, reitera que "desgraciadamente Víctor tuvo una caída, se hizo una herida en el pie y eso se le fue complicando. Y hoy está en observación". Y de inmediato agrega que si bien aún existe algún riesgo de amputación, el trato en el Hospital de Quilpué ha sido el óptimo. "Acá felizmente en el hospital, lo atienden todos los días y a cada rato. Nooo, yo estoy agradecidísima de este hospital, ya que para empezar me lo tienen vivo, porque aquí llegó mal. Llegó ahogado totalmente y me lo sacaron del problema cardiaco. Y ahora estamos viendo lo del pie con sus aseos quirúrgicos".