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Valparaíso tiene a su propia 'mujer fantástica' y se llama Ana

Es del cerro San Roque, tiene nada menos que 11 hijos y una nieta, con quienes comparte el hogar, y se esfuerza día a día. Es damnificada del cerro Las Cañas y el martes estuvo junto a la Presidenta Bachelet.
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Carla Olivares Rojas

Cuatro mil pesos diarios de pan y 12 mil pesos diarios en comida, por lo bajo, seis colaciones diarias y dinero para la locomoción es lo que tiene que tener los 365 días del año, Ana Hernández, porteña de 42 años, domiciliada en el cerro San Roque que se dedica al comercio ambulante y que tiene nada menos que 11 hijos.

Si, leyó bien, son 10 mujeres, un hombre y una nieta a quienes cuida como hueso santo, de quienes está orgullosa y a quienes protege y vigila día y noche con aprehensión.

Tenía tiernos 16 años cuando llegó la primera bendición y, no se dio ni cuenta cuando se llenó de niños. "A todos le llama la atención, pero no es complicado", asegura.

"Siempre, siempre fui dejada para cuidarme, yo decía 'nooo, no creo que quede embarazada' y quedaba. Reconozco que fui dejada, pero nunca opté por no tenerlos o darlos en adopción, como alguna vez me sugirió alguien muy cercano; le dije de todo. Jamás lo haría, si tenemos, tenemos y si no, nos apretamos. Me da miedo operarme, tengo 11 partos normales y en la última no me pusieron ni puntos, dice el doctor que tengo el útero de una niña de 15 y puedo seguir siendo fértil hasta los 48, pero ahora tengo un sistema anticonceptivo bajo la piel que dura 3 años", explicó.

Familia normal

Ana sabe que a todo el mundo le llama la atención su numerosa familia y sus hijas reconocen que las amistades no les creen cuando cuentan que son 11 hermanos, pero se lo toman con humor.

"Esto para nosotros es tan normal, tratamos siempre de estar todos juntos y de reunirnos a almorzar o en la hora de once. Agrandamos la mesa y otros se sientan en los puff y estamos juntos. En la mañana Joao, es el primero que se levanta a las 6.30 y ellos mismos se turnan con el baño, se enumeran y así se organizan. Nunca se me ha quedado alguno en alguna parte, los dejo en el colegio, vuelvo a hacer las cosas, salgo como a las 9.30 a trabajar y a las 15.30 los voy a buscar al colegio, todos los días, me da miedo que anden solos. A la Francisca que va a la universidad la fui a dejar hasta cuarto medio", señaló.

La mayor de sus hijas de 26 años, es madre de una pequeña de 4 años y trabaja en un restaurante de mesera, la que le sigue estudia Técnico Veterinario y el resto va al colegio. "No quiero que repitan mi historia, ellos saben que tienen que estudiar y salir adelante. Ellos quieren seguir estudiando cuando salgan del colegio, son buenos niños, son mi orgullo y jamás me han dado dolores de cabeza, ellos son conscientes, saben que si no hay, no hay no más. No andan en la calle o metidos en drogas, no tengo nada que decir", relató la matriarca de la familia.

Soltera

Sus hijos los tiene con 3 padres distintos, quienes responden "a veces", salvo el papá de la más pequeña con quien no tiene contacto. Hoy está soltera y feliz, sin ánimo de emparejarse otra vez, "no me hace falta. Las niñas me dicen que salga, mis amigas igual me invitan a salir, yo me arreglo y me acuesto a dormir, porque siempre estoy muy cansada", indicó.

A su casa nadie entra, a sus hijos los cuida ella como leona y si tiene que hacer las mayores cuidan de los más pequeños, casi nadie los invita a los cumpleaños y lo entiende, "si nos invitan a todos vamos, si no, no, pero casi nadie nos invita, ya nos da lo mismo", dice muerta de la risa.

Todos los meses recibe los bonos familiares y obtiene dinero vendiendo lentes en la calle. Cuando la cosa se pone mala y no tiene otra alternativa, le pide ayuda de su mamá o se tiene que endeudar, "¿enfermarme?, noo, no tengo derecho, porque ahí si que esto no funciona", señaló.

En la casa, duermen de a dos o tres, salvo Joao que duerme solo por ser el único hombre. "Tengo cuatro dormitorios, yo duermo con tres niñas, en otra pieza duermen dos en una cama, en la tercera pieza hay una litera y una cama donde duermen cuatro en total y está la pieza de Joao. Entre ellos pelean, pero se protegen del resto", relató esta súper mamá.

Presidenta

El martes, fue invitada a una de las actividades de la Presidenta Michelle Bachelet en la región y estuvo sentada a su lado. Ana fue invitada por la Secretaría Regional Ministerial de Educación dado que su hija Francisca estudia con gratuidad la carrera de Técnico Veterinaria que termina este año para continuar con Medicina Veterinaria, todo gracias a la gestión personal que hizo el propio seremi Alejandro Tapia .

"Ella me decía 'no puedo creerlo, con 11 me muero', yo le decía que se podía. Le conté que era el sustento de ellos y me dijo 'que bueno tu esfuerzo' y nada más, me quedé callada, pero yo seguiré luchando todos los días. Cuando está complicado hago completos y ahora llevo 6 días sin poder trabajar", señaló.

Farkas o luksic

Todos le dicen que contacte a Farkas o a Luksic, pero ella no sabe cómo comunicarse con ellos, le gustaría que le dieran una pequeña ayuda.

"Yo siempre me las he rascado sola, pero me sería de gran ayuda un empujoncito, un capital inicial para poder invertir y tener un negocito propio. Yo vendo y compro, pero si hay imprevistos, no puedo comprar y solo gasto. El empujoncito es lo que me hace falta", dijo la luchadora madre.

Sus hijos se llaman Katia (26), Francisca (21), Fernanda (18), Joao (16), Montserrat (14), Maura (13), Mayra (11), Karol (10), Tahis (9), Antonella (6) y la conchito Pascal (2). Su nieta se llama Antonia (4).