Claudio Morales Salinas - La Estrella de Quillota - Petorca

San Luis y Deportes Iquique entraron a la carpeta sintética de Quillota bajo el sol y la presión de estar en los dos últimos lugares de la tabla de posiciones, merced a los resultados que se habían dado anteriormente en la fecha.

Eso lo tenían más claro los del norte, pues antes de los 15 minutos ya habían probado a puerta en tres ocasiones con remates de Diego Fernández, Raúl Becerra y Michael Ríos, tiros que chocaron con el siempre despierto portero Ignacio González, que debió revivir partidos anteriores con harto trabajo.

El que no levantó fue San Luis, superado por el despliegue iquiqueño y sin claridad para elaborar jugadas para alimentar a Mauro Caballero. Miguel Ramírez agregó otro delantero en el segundo tiempo, pero Carlos Escobar demostró la misma falta de confianza que sus compañeros de ofensiva, sumándose a este panorama a Gerson Martínez. Ambos delanteros recibieron balones con cierta ventaja en el área, pero no se animaron a rematar, dando pases atrás para que otro pateara al arco. Parecía que la pelota "les quemaba" cuando estaba cerca del arco rival.

Salvó el portero

Por eso no lució el trabajo por las bandas de Lara y Egaña por la izquierda, ni de Rodrigo González y Bravo por la derecha. En definitiva, Rodrigo Naranjo no tapó ninguna pelota difícil y solo vio pasar centros y balonazos frente a su arco, que nadie pudo o quiso conectar.

Lo más preocupante es que, a pesar que Iquique tuvo menos control en el segundo tiempo, igual "Nacho" González siguió salvando goles en su portería. El golero sanluisino evitó el desastre al frustrar la celebración a Becerra y a Nicolás Royón.

"En tres partidos de local nos han hecho un solo gol, estamos entregando seguridad junto a la defensa. Hoy Pepe (Rojas) y Vice (Vicencio) hicieron un gran trabajo", resaltó el número 1 canario.

Por su parte, Miguel Ramírez reconoció que están preocupados. "No hacemos goles, pero sigo confiando en estos jugadores. Hay que insistir y seguir por la misma senda, aunque después me maten en la semana con que digo siempre el mismo discurso. Nos hace falta un triunfo para despegar".