Joven se tatuó al malo de la novela
Osado quilpueíno inmortalizó en su brazo a Armando Quiroga, el villano de Perdona Nuestros Pecados.
Cuando Luis González, de 27 años, decidió tatuarse en su brazo al malvado Armando Quiroga, personaje de la teleserie "Perdona Nuestros Pecados", nunca pensó que una humorada generaría tanta controversia.
Sólo le tomó el peso al asunto cuando esta semana fue alertado por sus cercanos de que el propio Álvaro Rudolphy, actor que encarna al villano de la nocturna de Mega, había compartido una imagen de su tatuaje en su cuenta de Instagram (@alvaro_rudolphy_oficial).
"fue chistoso"
La Estrella conversó con Luis, quien confesó que todo fue una humorada que surgió entre él y su amigo tatuador Eduardo "Crow".
"Con Eduardo somos súper amigos y tenemos tanta confianza que él siempre elige los tatuajes que me quiero hacer. Vemos harto la comedia, nos gusta comentar y tirar la talla con los capítulos, y justo él había hecho un diseño pensando en que sería bacán tatuarlo. Ahí me preguntó si quería tatuármelo, y yo lo dudé un poco", relata Luis.
Y agrega: "En octubre del año pasado me mostró otro diseño, y ese sí me gustó. Y ahí lo tatuamos. Igual fue chistoso, porque nosotros lo hicimos porque nos gustaba el personaje y no hay un trasfondo más profundo que ese."
En ese tiempo Luis trabajaba como garzon en un local de Viña del Mar, y cuenta que a los clientes les llamaba mucho la atención el tatuaje que lleva en su brazo.
Según Luis, su pareja le habría enviado una foto del tatuaje a Rudolphy quien nunca se manifestó al respecto hasta el miércoles pasado cuando publicó la imagen en su Instagram.
"Desde ahí que a mi amigo (Eduardo "Crow") y a mí nos han llamado de los diarios y de todos lados. Hasta me llamaron de un programa de Mega diciendo que me querían llevar por el tatuaje", dice González, quien se toma con mucho humor la controversia que ha causado su tatuaje.
Controversia
"Igual he visto comentarios de todo tipo. Por ejemplo lo que significa para algunas mujeres tatuarse a un personaje que es un violador y abusador despiadado con las personas. Pero se confunden al pensar que yo también soy así. Y en realidad es todo lo contrario, yo soy un tipo muy piola, tengo una compañera con la que tenemos hijas, y la gente es ofensiva porque no saben diferenciar entre la ficción con la realidad, y se van súper en la profunda", destaca.
Y concluye: "En realidad tengo tantos tatuajes (más de 50) que algunos pasan piola. Yo soy de la idea de que no todos los tatuajes tienen que tener un significado profundo más allá de que a uno le guste incluso por estética. Eso va en la libertad que cada uno tiene de hacer lo que quiera con su cuerpo".