Se encendió la polémica por quemas de Judas en Valparaíso
En Playa Ancha prendieron el muñeco "José Antonio Kaxt" y en C° Larraín funaron al "Cacho", conocido ladrón del barrio.
C. Olivares/ N. Valverde. - La Estrella de Valparaíso
Bajó el sol en Playa Ancha y las más de 2 mil personas que el domingo asistieron a la Gran Quema de Judas, organizada por el Centro Cultural de Playa Ancha en la plaza Waddington, vieron arder al muñeco que este año apodaron "José Antonio Kaxt", en alusión al ex candidato presidencial, José Antonio Kast.
Bastó que el video de la actividad se difundiera a través de las redes sociales para que se generara todo tipo de reacciones. Entre ellos, la del propio Kast, quien por medio de su cuenta de Twitter expresó su rechazo por la utilización de su imagen.
"No es acto cultural ni tradición cuando se incita al odio y a la violencia contra una persona de esta manera. Espero que la condena de las autoridades porteñas sea unánime y que se tomen medidas en contra del Centro 'Cultural Playa' Ancha", dijo en la red social.
Consulta popular
Con más humor y restándole importancia se lo tomó Santiago Aguilar, uno de los organizadores de la atividad que cada año construye una figura gigante de Judas inspirado en algún personaje de la contingencia nacional.
"No era José Antonio Kast, era José Antonio Kaxt... Cualquier parecido con la realidad es sólo una coincidencia. Aunque algunos también lo confundieron con Pin Pon", bromeó.
Y agregó: "Este es el Judas más importante de Valparaíso, que genera una atracción turística para Semana Santa, porque el Judas de la plaza Waddington siempre es polémico".
En ese sentido, Santiago Aguilar explicó que, antes de construir el Judas, se realiza una consulta popular en el Centro Cultural de Playa Ancha con la pregunta: "¿a quién vamos a quemar a este año?".
"La gente se acerca a los constructores para entregar distintas ideas, pero siempre se articula con lo que está pasando en la coyuntura. El año pasado fue Donald Trump, y anteriormente Andrónico Luksic, Sebastián Dávalos, entre otros que representan los antivalores cristianos, porque se quema en el Domingo de Resurrección, y Judas es aquel que traiciona los principios de amor y respecto que promueve la imágen de Cristo", concluyó Aguilar.
Reacciones
Para la gobernadora de Valparaíso, María de los Ángeles de la Paz, ésta es una situación condenable y llamó a terreno al responsable de este episodio.
"Creemos que es un tema que genera mucha división y mucho odio teniendo en consideración además que el terreno donde funciona el Centro Cultural de Valparaíso es un terreno fiscal que fue concesionado por Bienes Nacionales, por lo tanto, también hay que investigar de qué manera hay recursos fiscales en esa intervención", señaló.
Además, la gobernadora tomó contacto con Santiago Aguilar para tener más antecedentes de este hecho que generó gran revuelo y para ver la manera de evitar situaciones similares, ya que "más allá que sea José Antonio Kast o cualquiera que tenga un liderazgo en materia política, siempre vamos a condenar ese tipo de actos".
Mil tambores
La polémica llegó a tal nivel que incluso desde algunos sectores se solicitó disminuir los recursos a la Corporación Mil Tambores, de la cual Aguilar es su director. De la Paz indicó que sería una medida apresurada por cuanto el carnaval es una actividad propia de Valparaíso.
"Pero sí creemos que el centro cultural tiene que dar una señal que no genere ningún tipo de odiosidad ni división a propósito de lo que piensan cada uno de los líderes. Pensar distinto no implica que un evento de tales características genere odiosidad dentro de la comunidad", expresó.
Poncio pilato
Por su parte, el diputado del Frente Amplio Jorge Brito condenó la violencia, sin embargo, tiene una particular visión sobre el tema.
"Kast se ha vuelto un símbolo de los discursos de odio y a muchos les genera rechazo lo que él representa. Sin embargo, yo creo que somos distintos a él y condeno la violencia venga de donde venga, por lo que llamaría a recuperar el sentido de esta histórica tradición y a ganarle al fascismo en las urnas", señaló.
Para Brito, más que Judas, José Antonio Kast representa a otro personaje bíblico quien fue gobernador de Judea y sindicado como el responsable de la crucifixión de Jesús.
"Si es que nos vamos a lo concreto, yo no veo que José Antonio Kast represente a Judas, sino más bien a Poncio Pilato, porque está persiguiendo a la gente con mensajes de odio. No estoy de acuerdo con la quema porque creo que Kast se adecua más a la figura de Poncio Pilato".
Agregó que "aquí lo que José Antonio Kast busca es victimizarse y de parte nuestra no lo va a lograr, porque nosotros condenamos la violencia en todas sus formas y la violencia no comienza ni termina en lo que le sucede a Kast, por el contrario, es mucho más amplia así es que por nuestro lado no nos vamos a prestar para sus tongos", argumentó.
El "cacho"
Hace más de 18 años que la comunidad de cerro Larraín realiza la quema de Judas en su barrio. Y este año se inspiraron en un conocido delincuente del sector, a quien decidieron funar por robarle a sus propios vecinos, o como se dice en la jerga popular, lo funaron por "doméstico".
Juan Pablo Vargas, uno de los vecinos organizadores detalló que "esta es una tradición que nos dejaron nuestros tíos. La idea de la actividad es que no mueran las tradiciones del cerro, y que las generaciones que vienen se motiven y las hagan perdurar por muchos años más".
Por su parte, Bastián Ríos, también vecino de cerro Larraín, subrayó que el "Cacho" se dedica a robarle a los estudiantes de las escuelas cercanas, y también lanzea celulares y otros objetos de valor a los vecinos. Es más, advierte que estuvo en la cárcel pero que hace un tiempo volvió a rondas por el barrio.
Tradición colonial
Pero ¿usted sabe de dónde surge la tradición de la quema de Judas? La Estrella conversó con el historiador y académico porteño Javier Figueroa, quien especificó que es una tradición cristiana que data de la época de la Colonia, cuando España difundió el catolicismo en nuestro continente.
"De ahí esta tradición se identificó en los cerros de Valparaíso con mucha fuerza. Básicamente es un juego donde simbolizan en el muñeco de Judas la traición a Cristo por unas monedas. De ahí que los chicos pregonan el 'una monedita para el Judas', muy arraigado en el sentir popular, a modo de expresar su postura frente a una situación de carácter enteramente religiosa. Y ahora derivó en un carácter de reivindicación política, porque la gente está cada vez más desapegada a todo el ámbito religioso".
2 mil personas asistieron a la Gran Quema de Judas realizada en la plaza Waddington del cerro Playa Ancha.