Cinthia Matus O.
Antes de que le dieran dos manotazos en el costado derecho de la cara, Manuel Ahumada, parquímetro de Viña del Mar, escuchó que le preguntaron: "¿Por qué me estai ocupando el espacio?". Era un cuidador de autos ilegal que, a eso de las 17.00 horas, lo increpaba por estar estacionando vehículos en la intersección de 5 Poniente con 2 Norte.
"Me decía que me tenía que ir de ahí porque en ese lugar lavaba sus autos, pero yo no me moví porque el sector está concesionado por la empresa en que trabajo. Cuando me di vuelta para sacar otro vehículo que estaba estacionado, me pegó", relató el afectado.
A unas cuadras de allí, en 3 Norte con 5 Poniente, Luis Castellán, otro parquímetro, vivió algo similar. Un desconocido se le acercó para hacerle la misma pregunta y lo amenazó de muerte.
"Era medio gordito, grande, y me dijo que si seguía tickeando los carros, me iba a apuñalar. Llamó a los otros (limpiadores de autos) y me amenazó con golpearme entre todos, además de robarme la maquinita y el dinero. No es primera vez que me pasa y temo por mi integridad", recordó el hombre que llegó hace un tiempo desde Venezuela.
"Es recurrente"
Los trabajadores, que pertenecen a la empresa Global Parking, se dirigieron hasta la Prefectura de Viña del Mar para hacer la respectiva denuncia. Los acompañó Exequiel Galdames, supervisor de la empresa.
"Esta es una cosa recurrente y prácticamente son las mismas personas las que amenazan. Lo hacen con peleas verbales de grueso calibre o persiguiendo con palos. Hoy día (ayer) tuve dos peleas que casi llegaron a los golpes en la mañana y en la tarde estos otros casos. Así que hay que estar constantemente cambiando a la gente de las cuadras para protegerlos", explicó Galdames.
El supervisor agregó que la situación empeora durante los fines de semana, cuando los parquímetros trabajan hasta las 03.00 de la madrugada y los cuidadores ilegales se apropian de algunas cuadras cobrando una tarifa de $5.000 a los conductores. "Y si no se la pagan, después se encuentran con los neumáticos desinflados, rayones o vidrios rotos", comentó.
El concejal Jaime Varas calificó las agresiones como "una situación de mayor gravedad" y afirmó que pese a que se han realizado varias gestiones para mantener la "ciudad más ordenada", hay un grupo de ex cuidadores que se ha transformado en una amenaza para la tranquilidad de la población.
"Lamentablemente estas conductas caen en lo que se conoce como faltas, es decir, delitos difícil de pesquisar, pero junto con las acciones legales que ejercerá la empresa en representación de sus trabajadores, espero que el municipio inicie acciones con el objeto de dar una señal de tranquilidad a estos trabajadores que han visto amenazada su integridad física por estos cuidadores que han rehusado formalizarse", dijo.
