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Colo Colo arrugó y cayó ante el débil Delfín por la Libertadores

Los albos jugaron un pésimo partido en todas sus líneas y perdieron por dos goles a cero ante Delfín, hipotecando sus chances de poder avanzar en la copa.
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Una vergüenza. No existe otro calificativo para describir lo que hizo Colo Colo en la cancha del estadio Monumental en la noche de ayer. Los albos recibían a Delfín de Ecuador, equipo que por primera vez disputa la Copa Libertadores y que, al menos en el papel, es por lejos el más débil de todos los que componen el grupo del "Cacique".

La escuadra dirigida por Pablo Guede, no supo mostrar en cancha la jerarquía que se supone deberían tener ante un equipo sin tradición copera, cayendo por dos a cero e hipotecando sus chances de poder clasificar a los octavos de final, ya que solo suman una unidad tras tres duelos jugados, y son los colistas de su zona.

Corrían apenas 20 minutos de partido y el público presente en Macul ya comenzaba a pifiar al ver el deficiente cometido que los jugadores realizaban dentro del campo de juego. A pesar de un cabezazo en el palo de Esteban Paredes, y un remate en la entrada del área por parte de Jorge Valdivia, los albos no eran capaces de demostrar superioridad ante un cuadro cetáceo, que en silencio, defendía con mucho corazón e intentaba incomodar a la zaga capitalina mediante pelotazos largos que sus espigados jugadores pudiesen aprovechar.

Con un nuevo remate al palo del equipo popular, esta vez de Juan Manuel Insaurralde, llegó el silbatazo que indicó el fin del primer tiempo, y con ello la oportunidad de que Pablo Guede pudiese reordenar el mal planteamiento.

Goles ecuatorianos

César Pinares ingresó en el segundo tiempo, dejando en banca a Julio Barroso, con la esperanza de que su buen pie ayudara a ordenar el desorden táctico mostrado por los blancos. No obstante, lejos de mejorar, los de Pedrero se mostraron aún peor que durante la primera mitad.

La pesadilla en el estadio Monumental se acentuó cuando, a los siete minutos del complemento, José Fernando Arismendi se encontrara con un balón en el área colocolina y anotase el gol que enmudeció a los más de 30 mil espectadores que llegaron a presenciar, lo que se supone, sería una fiesta.

Sin muchas ideas, los nacionales intentaron buscar el gol del empate, sin embargo los ecuatorianos se cerraron muy bien atrás y no permitieron que su portería fuese vulnerada.

Así fue como en el tercer minuto de descuento, y en un centro de poca trascendencia, Carlos Carmona cometió un autogol que acabó por sepultar la última de las aspiraciones colocolinas.