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Costos municipales

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"Costos de servicios operativos municipales a asentamientos irregulares" se denomina el ítem municipal que contempla diversos servicios brindados a los campamentos en la comuna de Viña del Mar. Éste consta de 7 acciones específicas asociadas a un costo anual: Abastecimiento de agua potable (528 millones); recolección residuos domiciliarios (279.187.148); erradicación microbasurales (33.294.276); control de plagas (9 millones); limpieza y mantención de pozos negros (233.268.597); accesibilidad caminos (784.961.053); construcción de cortafuegos (131.043.006). Total diario de 5.552.094 Total anual: 1.989.754.080

Dirigentes piden detalle de alto costo destinado a campamentos

Representantes de comités de vivienda de Viña del Mar solicitaron mediante carta a la alcaldesa un informe pormenorizado. "La cifra no se condice con la realidad", aseguran.
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Priscilla Barrera Ll.

Fue hace una semana que la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, anunció un plan de reestructuración municipal para hacer frente al complicado escenario financiero por el que atraviesa el municipio.

Tras la presentación oficial, la alcaldesa, en declaraciones a los medios de comunicación, enumeró, entre otras razones, el alto costo que representa para el municipio la existencia de asentamientos irregulares en la comuna, el que días más tarde, se fijó en más de 5 millones y medio de pesos diarios destinados a estos sectores.

La cita textual de la primera autoridad comunal ante la pregunta "¿por qué gastaron más? Porque ustedes son una de las municipalidades más ricas del país entonces qué le queda al resto" fue: "Sí, todos creen que es la municipalidad más rica del país, pero también es una municipalidad que tiene mayores gastos. Hoy día es sabido que es la comuna donde hay mayores campamentos y los campamentos, aunque nosotros estamos bastante limitados para la ayuda que tenemos que darle, les hemos tenido que ayudar, apoyar y eso indudablemente es un costo que no ha sido menor (...) Nosotros tenemos que llevarles el agua, el aseo, las calles y eso no es menor (...) No estoy diciendo que por eso sea el déficit, se han juntado muchas cosas", fueron las declaraciones de la jefa comunal.

Las palabras de la alcaldesa generaron inmediatos comentarios, siendo uno de los más críticos el del sacerdote del campamento Manuel Bustos, Marcelo Catril, quien a través de su cuenta de Twitter criticó que se responsabilizara a "los pobres" del déficit.

Explicaciones

Manteniéndose en silencio, hasta ahora, los dirigentes de los campamentos más grandes de la comuna decidieron, por la vía formal, solicitar un informe detallado a la municipalidad, donde se refleje cada ítem y su respectivo costo, destinado a la atención de los campamentos.

María Medina y Alejandro Flores del campamento Manuel Bustos; Katherine Riffo del comité Vista Las Palmas II del campamento Felipe Camiroaga y Priscilla Cárdenas del comité de vivienda Caupolicán, entre otros, llegaron hasta la oficina de parte del municipio donde ingresaron la solicitud.

"La alcaldesa se disculpó diciendo que los periodistas la habían sacado de contexto, pero lo cierto es que la cifra de 5,5 millones de pesos diarios, simplemente no se ve reflejada en la realidad. Yo invito a cualquier persona a visitar cualquier campamento para que vean cómo es la vida allí, vivimos en condiciones que no corresponden", precisó María Medina, dirigente histórica del campamento Manuel Bustos.

La dirigenta añadió que "no es justo lo que se dice, no es justo que se responsabilice a quienes vivimos en los campamentos de ser parte del déficit (...) La alcaldesa siempre ha dicho que no está de acuerdo con los campamentos entonces es imposible que ahora diga que parte del déficit se deba a que se aumentó el dinero a los campamentos", planteó.

María Medina precisó que los municipios no pueden aportar recursos a los campamentos precisamente por tratarse de asentamientos irregulares y que lo que sí se otorga es una atención de carácter social, como, según dijo, lo hacen todos los municipios que tienen asentamientos irregulares en el país, como lo es el agua, retiro de basura y mantenimiento de accesos.

"Pero en ningún caso la cifra que se ha entregado de 5,5 millones de pesos diarios. Porque esa es la cifra que se ha dado y por la que nos hemos ganado incluso reproches de personas que nos catalogan de aprovechadores (...) Hace años que no subía el camión limpiafosas y luego de los comentarios del padre Catril volvió a subir el camión y limpió una o dos fosas donde hay mil familias", planteó la dirigenta.

Katherine Riffo, presidenta del comité Vista Las Palmas II del campamento Felipe Camiroaga coincidió en que la cifra otorgada por la municipalidad no refleja la realidad en los campamentos y que algunas inversiones que se han hecho corresponden a privados y no al municipio.

"Guatita de delantal": cuando la cirugía estética va más allá de la vanidad

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"Me acuchillé tres veces el estómago para llegar a urgencias y que me saquen este monstruo, esta masa que me tiene enferma": ese fue el crudo relato que escuchó Nelly Jara, presidenta de la Fundación "Guatita de Delantal", en uno de los primeros encuentros que tuvo con miembros de la naciente entidad que agrupa a personas "de Arica a Magallanes", como ella misma recalca cada vez que puede.

La protagonista de ese brutal acto de autodestrucción es una mujer joven, de no más de 40 años, cuya identidad Jara guarda bajo siete llaves para resguardar sicológicamente a la propia involucrada, que actualmente sigue en tratamiento integral con ellos.

La fundación, que no lleva más de dos años de funcionamiento, con los exiguos recursos económicos que tiene y con el apoyo de profesionales voluntarios ha logrado levantar una sorprendente red de especialistas a lo largo de las distintas regiones del país para la contención y seguimiento de sus miembros. De este modo, sin recibir pago alguno, sicólogos, nutricionistas y kinesiólogos, entre otros profesionales, son parte de esta iniciativa.

Desde su casa en Laguna Verde, Valparaíso, coordina el funcionamiento de toda la fundación, con la ayuda de los representantes de cada región. Por el momento y hasta no obtener recursos para contar con una sede propia, el hogar de Nelly continuará siendo el punto de encuentro y centro de operaciones para las reuniones que se realizan de manera constante entre los encargados de todo el país.

El abdomen caído es un problema que siempre ha existido pero que, a la luz de la creciente población que padece de obesidad en el país, en el último tiempo comenzó a ser un tema que fue puesto sobre la mesa por los propios afectados.

El 2015 comenzó un movimiento que marchó con la idea de visibilizar el problema y que estaba compuesto por mujeres que habían sido madres y quedaron con restos de piel importante en su abdomen y también por personas que bajaron bruscamente de peso y para quienes los colgajos se convirtieron en compañeros indeseables y difíciles de erradicar.

En esos tiempos, la principal demanda del movimiento era que la operación de abdominoplastía fuese incluida en el plan Auge, algo que actualmente se sigue pidiendo.

No obstante, Nelly y un grupo de mujeres se descolgaron del movimiento y formaron la fundación, ya que reconoce que es una meta "muy difícil".

"La salud pública no va invertir 5 millones en una cirugía de abdominoplastía si también hay otras necesidades más urgentes, donde hay peligro de muerte directamente", reconoce.

Además, a eso habría que sumar las horas cama que eso conllevaría. Ante esa disyuntiva es que apareció la fundación para, a través de donaciones y actividades para reunir dinero, las personas inscritas en ésta puedan acceder a una cirugía sin costo.

Cirugía, la opción

Siempre se ha visto al ejercicio abdominal como la forma de apretar y fortalecer esa zona del cuerpo. Hasta cierto punto eso es así, pero hay ocasiones en que, por más que las personas pasen largas horas ejercitándose, no lograrán eliminar la "guatita de delantal".

Cuando existe un excedente de grasa, que se llama lipodistrofia, "habitualmente con ejercicio baja", indica el cirujano plástico de la clínica Bupa Reñaca, Gonzalo Gómez. Aquello, sin embargo, cambia cuando la piel se estira de manera excesiva, ya sea en el embarazo o cuando la persona tiene obesidad.

"Esa piel es muy difícil que vuelva a su estado original porque las fibras de colágeno tienen un cierto grado de elasticidad, después de eso prácticamente ya quedan con flacidez cutánea", detalla el facultativo.

En el caso de los pacientes que quedan con abdomen caído por perder abruptamente peso, ya sea después de una cirugía bariátrica o por dieta, señala Gómez: "Cuando han bajado más de 15 a 20 kilos, prácticamente en el 100% de los casos queda con abdomen de delantal y éste va desde que cubre el monte de venus y después pasa a cubrir los genitales, de ahí cubre los muslos e incluso puede llegar hasta más abajo, hasta casi la rodilla en los casos más extremos".

Si se trata de mujeres que han sido madres, el problema ocurre cuando en el embarazo suben más de 15 kilos. En esos casos, y sobre todo a partir del tercer embarazo, "esa piel prácticamente no se retrae nada (...) La piel se va estirando sobre lo que ya fue estirado y, entonces, se produce un fenómeno de expansión (...) y la forma de corregir es una abdominoplastía", señala.

Cuando se ha hecho la operación, los cuidados que deben seguir, indica Gómez, incluyen el uso de fajas, entre otras medidas

La mente, esencial

Mientras revisa detalladamente las fichas de las pacientes de la fundación, Nelly comenta que dentro de todo el grupo médico voluntario con que cuentan, el rol del área sicológica es fundamental. De hecho, los profesionales de esa área son los que dan el visto bueno para las operaciones.

Miembros -mujeres y hombres- que han intentado suicidarse por la baja autoestima que tienen no son infrecuentes. Tampoco lo son quienes no logran encontrar trabajo por su abdomen o aquellos que sufren de violencia intrafamiliar.

De hecho, Nelly recuerda con voz quebrada cuando una de las integrantes de la fundación le confesó: "Mi marido me dijo en la cama que estaba hedionda y fea".

"Yo ahí me dije que tenía que hacer algo por ella", señala.

En esos casos tan complejos, cuando la autoestima está por el suelo, el trabajo emocional es esencial. Una persona no puede ser operada si está frágil sicológicamente, ya que la operación corre el riesgo de no ser exitosa.

Sandra Delgado, jefa del Departamento de Sicología de la Fundación "Guatita de Delantal", comenta que "hay que hacer una evaluación porque hay que tener claro que no todas las personas están en el proceso tal cual como nosotros queremos para hacer una cirugía. Por ejemplo, se le puede hacer una cirugía a una persona, pero si mentalmente no genera un cambio de estilo de vida, lo más probable es que esa cirugía sea fallida".

La profesional agrega que frente a alguien que busca someterse a una cirugía, lo principal que observar a la hora de dar el visto bueno para la intervención es si la persona realmente quiere trabajar por su cuerpo.

En ese sentido, Delgado indica que "una persona que no se esfuerza ni un poco haciendo dieta, no hace ni un poco de ejercicio, no va a las reuniones, no califica (...) Tiene que ver con la motivación, con lo que vamos viendo todos los profesionales que estamos trabajando con esa persona".

Apenas la persona ingresa a la fundación, los profesionales la someten a un proceso de educación y sicoeducación. En ese aspecto, la sicóloga comenta: "Yo hago talleres que tienen que ver con el tema de autoestima porque la mayoría de estas personas son retraídas, o han pasado por situaciones complicadas, de violencia. También trabajamos la violencia porque muchas de las mujeres han tenido violencia doméstica en sus vidas y son cosas que van acumulándose. Muchos me dicen que se sienten tristes y lo que hacen para sobrellevar esto es comer".

Tras la operación, el apoyo con el paciente sigue al menos por un año, durante el cual asisten a reuniones masivas con miembros de la fundación y se entrega además contención sicológica para garantizar el éxito de la intervención quirúrgica.

Esperando

Actualmente, comenta Nelly, están a la espera de que la fundación reciba oficialmente el proyecto que en enero de este año les fue aprobado por el Consejo Regional de Valparaíso para operar a 165 miembros de la V Región. Esto considera cirugías de abdominoplastía y bariátricas, y además incluirá recursos para adquirir una van con la que puedan trasladar a los pacientes que viven en zonas apartadas. Tenía que empezar a a ejecutarse en marzo, cuenta, "pero por el tema de vacaciones en el Consejo y cambio de Gobierno se ha retrasado".

Ahora Nelly sólo aguarda que los recursos lleguen pronto, para continuar devolviendo la vida a quienes han sido postergados por el rechazo de los demás y , lo que es peor, el desprecio a sí mismos.

NELLY JARA.

Se sienten mirados con desprecio en la calle y, en

muchas ocasiones, son rechazados incluso por su

entorno cercano. Aquello lleva a que las personas que

tienen colgajos de piel en su abdomen "incluso piensen

en suicidarse", comenta Nelly Jara, presidente de la

Fundación "Guatita de Delantal".