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Familia durmió en el cementerio junto a su bebé fallecida

Compraron una sepultura para la menor, pero les habían asignado otra, por lo que hicieron singular protesta.
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Cinthia Matus O.

Una familia porteña llegó hasta el Cementerio N°3 de Playa Ancha para despedir a Trinidad, una niña de apenas dos meses que había fallecido abruptamente por la bacteria estreptococo del grupo B. De acuerdo al contrato que había firmado la bisabuela de la menor, la pequeña iba a ser enterrada en un lote del Parque del Consuelo, pero cuando terminó el funeral, se dieron cuenta de que la iban a sepultar en otra parte más distante del camposanto.

"La estaban dejando más abajo, en un rincón bien apartado, lejos de donde mi abuela había comprado el terreno. Hablamos con el gerente, pero él reiteró que no podía hacer nada y que la niña se iba a quedar ahí", dijo Andrés Alvarado, papá de Trinidad.

Protesta inusual

Eran las cinco de la tarde del día lunes. La familia, que ya estaba suficientemente afectada por la pérdida y pedía que la niña fuera sepultada en el terreno que compró la abuela, pero no hubo caso. "Nos dijeron que nosotros teníamos la culpa, pero el error fue de la vendedora. Mi abuela sólo firmó", dijo Alvarado.

Entonces, decidieron hacer una protesta inusual: quedarse a dormir en el camposanto, al lado de la tumba. "Como no la quisieron enterrar en el lugar que pagó mi abuela y la iban a dejar así, expuesta, decidimos pasar la noche con ella. Una, como protesta y dos, porque se la podían robar o quizás qué cosa", afirmó el padre.

Cuando oscureció, Andrés y sus familiares trataron de dormir. Lo pudieron hacer en parte, porque hacía mucho frío y algunos experimentaron situaciones paranormales. "A mi abuela le empezaron a pasar algunas cosas, como que sentía que la tocaban o veía personas. El cementerio de noche es muy oscuro y da miedo igual, es aterrador, así que prácticamente no dormimos", comentó el papá de la niña.

$180 mil de sepultura

Al día siguiente, por la presión de la prensa y la gestión que hizo la dirección del camposanto (ver recuadro) , la menor pudo ser trasladada al sitio que la bisabuela de la menor creyó que había comprado. "Cuando se enteraron de que el caso iba a salir en la tele, hicieron el movimiento súper rápido. Aún así nos querían cobrar los $180 mil que piden para abrir las sepulturas, pero ya lo habíamos pagado con el otro terreno. Estamos muy dolidos, es terrible que piensen que uno se quiere aprovechar en un momento de tanta tristeza", dijo Andrés Alvarado.

La Estrella intentó obtener una declaración con el Parque del Consuelo, pero declinaron referirse al tema.

La niña ya descansa en paz

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Pese a que el caso no era responsabilidad de la administración del Cementerio N°3 de Playa Ancha, su directora, Cristina Guerra, les ofreció ayuda. "Esta es una situación entre una familia, es decir, un privado, con Parque del Consuelo, que es un espacio concesionado dentro del cementerio (...) Vine en la noche a conversar con ellos, les ofrecí café, acceso a los baños y guardia de seguridad. Finalmente, muy temprano en la mañana, se realizó el cambio en beneficio y favor de esta familia, pese a que habían firmado otro documento. La Trini se trasladó alrededor de las 10 de la mañana (del martes) y está ubicada en el lugar que la familia quería", dijo.