Tragedia en Valpo: hermanitos mueren en incendio en C° Toro
Niños de 1 y 3 años no pudieron escapar de las llamas. Abuela y otro menor graves en el Van Buren. Tres bomberos resultaron con lesiones. Nueve compañías de Bomberos acudieron a emergencia en vivienda que habitaban "okupas".
"Conocía bien a la familia… esto es triste. Ellos son gente amable. Todos nos conocemos, les decíamos los chiquititos a los niños muertos. Ahora estamos damnificados. Nos vamos a Quilpué".
Fabián Escobar, hasta ayer, vivía en la casa 35 B, justo la vivienda contigua donde se desencadenó la tragedia. Mientras junto a su mujer e hijo carga los pocos enseres que logró arrebatarle al infierno aún humeante - con rebrote -, narra a La Estrella aún emocionado que pasada la una de la mañana "estábamos durmiendo cuando nos pilló el incendio. Fue tan rápido, en tres minutos el fuego agarró la casa entera. Atiné a abrir las puertas principales… logramos salir, pero ya era tarde...".
Dos niños varones, de uno y otro de 3 años de edad, ambos hermanitos, fallecieron en la madrugada de este domingo en el cerro Toro (en principio se decía Cordillera) producto de un incendio estructural voraz que afectó a un inmueble de tres pisos y de material ligero en el sector conocido como La Campana en el pasaje General Dublé; entorno de difícil acceso y casas pareadas. Producto de las llamas, además quedaron con riesgo vital otro niño (en la unidad de Pediatría) y la abuela de los menores que sufrió quemaduras en sus vías respiratorias -entre 30 y 40%- ambos internados en el Hospital Carlos van Buren. También tres bomberos resultaron lesionados con heridas leves producto del desprendimiento de una muralla.
Madrugada en llamas
Era pasada la una de la mañana de este domingo cuando, desde el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, sintieron una alarma de emergencia en el sector San Francisco. Al verificar a la distancia que se trataba de un incendio de proporciones, se dio la alarma general.
Ya a la 1:30 AM y con nueve compañías del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso al control del fuego, la brega por controlarlo entre casas antiguas de adobe, arrojaba triste balance. Rodrigo Romo, comandante del Cuerpo de Bomberos porteño, afirmó que "de las 3:30 hasta las 6 de la mañana del domingo fue la labor más difícil: a esa hora pudimos encontrar el segundo niño fallecido. Hallamos uno primero: ya había caído por los escombros el más chiquitito. También unos animales se quemaron". Y agregó: "Hay un tercer niño que fue rescatado por un bombero que logró auxiliarlo (de 4 años)".
Acerca del caserón quemado, el comandante Romo ratificó que es de tres pisos, "son seis los habitantes de la vivienda afectada: tres niños y tres adultos. La mamá no estaba, al igual que la pareja, al parecer el padre de los niños".
Sobre las causas del siniestro que, de acuerdo a Romo, se propagó rápido a dos casas, "una de ellas deshabitada; habían okupas en alguna de las habitaciones", aún no hay certeza. Eso sí: se manejan dos hipótesis. El comandante Rodrigo Romo aclaró: "Está en investigación en este minuto. Lo que sí determinamos es que no estaban conectados en forma legal al suministro eléctrico (establecido por Chilquinta). La otra duda: puede que (además) haya existido una fogata en algún sector cercano". En tanto, Guillermo de la Maza, director regional de la Onemi, sostuvo que el hecho afectó a un inmueble de cuatro accesos, "dos estaban habitados y los otros dos sin moradores".
La teniente Paulina Lepe, del Laboratorio de Carabineros, Labocar Valparaíso, quienes se encontraban en labores de pericia, confirmó en horas de la tarde: "Hubo dos cadáveres de menores, el más pequeño de 1 año y el mayor de tres años. De acuerdo a versión de familiares, los dos niños eran varones. La abuela de los menores que se encontraba al cuidado de ellos además quedó con riesgo vital, al igual que otro niño, también familiar". Para la teniente Lepe, y de acuerdo a versión de testigos, "en el primer nivel de la edificación se encontrarían okupas; y en el segundo nivel, las víctimas. La casa afectada es de dos pisos. En total son dos inmuebles afectados".
Tarde de cenizas
Domingo. Una de la tarde. Personal del Cuerpo de Bomberos porteño no afloja a las labores de remojo del terreno, allí entre escombros y aquellos puntos calientes. Se aprecian cenizas, paredes derruidas y un cortafuego en pie de 13 metros de alto por ocho de ancho testigo del hecho.
Contratistas de Chilquinta están en la reposición de las líneas cortadas para así dar el suministro eléctrico a la comunidad que afectó a 137 clientes. De hecho, a la urgencia, Ezio Pasadore, jefe de Emergencia del municipio porteño, dijo que era prioritario normalizar el sector y demoler lo que queda en pie por resguardo del tránsito de gente.
Doña Adriana junto a su perro San Bernardo 'Pato', observan asustados la morada vecina. "A las 1:30 sentí el bullicio. Pensé que eran traficantes que venden drogas aquí cerca. Vi las llamas: junto a mi nieto tiramos la manguera para mojar nuestra casa. La dueña de esa casa quemada no vive aquí. Allí habitan okupas en un piso".
Franco Navarro, vecino, dijo: "Percibí una explosión. Sentí que los niños pedían auxilio, cuando salimos ya la casa estaba envuelta en llamas. A uno de los niñitos fallecido lo encontraron calcinado como a las cinco de la mañana. Toda la gente del barrio salió ayudar, pero no se pudo hacer nada".