"Quiero ser campeón en Arabia Saudita"
El "Conejo" Ubilla vuelve a saltar lejos de Chile. Tras sus primeros tres meses en Medio Oriente, el exdelantero caturro se confiesa con Deportes de La Estrella.
Rodrigo Arellano
Sebastián Ubilla es uno de esos jugadores que salen de Mantagua para acordarse siempre que son de Santiago Wanderers. El delantero de 27 años tuvo la mala suerte de marcarle varios goles al "Decano" jugando por la "U". Sin embargo, sus manos a la tribuna y su cara mirando al piso son señales de uno que lleva el verde en su corazón.
Hoy en Arabia Saudita, termina sus primeros tres meses en el fútbol extranjero, como delantero del club Al-Shabab. Décimo en la Liga, Ubilla alcanzó a jugar seis de los ocho partidos que tenía para el cierre de la liga su equipo.
El registro dice que marcó tres goles, uno de ellos de taco, y que competirá como uno de los mejores del año en Arabia.
Sin lesiones y buscando la tranquilidad para su familia, Deportes conoció la nueva de vida de Sebastián Ubilla.
Un salto de confianza
Durante su paso por la Universidad de Chile, el "Conejo" no falló ante el arco. Con 50 goles, se metió entre los 20 jugadores con mayor cantidad de anotaciones por el cuadro azul. Sin embargo, su gran pena fueron las lesiones que lo obligaron a pasar un par de veces por el quirófano; una operación al hombro y una fractura de tibia y peroné el 29 de abril del 2016 fueron las más duras.
"Físicamente me he sentido bien, eso es lo que uno busca para rendir; venía de unas vacaciones largas y acá en dos semanas me prepararon con todo para estar disponible para competir", señala Ubilla desde Riyadh, la calurosa capital saudí.
Alguna vez el doctor Fernando Radice, médico de la "U", señaló que "por su juego, Sebastián ha sido víctima del juego brusco y mal intencionado".
Lejos de eso, en su primera aventura internacional, la salud no ha sido tema. "Me he sentido cómodo y también tuve que adaptarme al fútbol y al equipo. Sentirme bien es lo más importante", dice el jugador oriundo de Quilpué.
Inglés: llave del éxito
En Arabia Saudita tiene un año más de contrato. La idea es seguir en buena racha y explotar aún más en el siguiente semestre. Por ahora, vivir en el Medio Oriente lo tiene muy cómodo.
-¿Cómo es la vida en un país tan distinto a Chile?
-La vida acá es muy cómoda y tranquila. Tengo que decir que incluso uno vive hasta más tranquilo que en el mismo Chile. Eso sí, la vida es muy distinta en lo cultural y religioso.
-¿Qué es lo que más cuesta?
-Acá hay que acostumbrarse a los rezos que son cinco en el día, donde el primero es a las cinco de la mañana con altavoces por toda la ciudad; eso te saca de lo común, pero después sólo es cosa de costumbre.
-¿Y el idioma?
-Obviamente se hace difícil hablarlo y escribirlo para uno que es occidental, pero cuando sabes manejarte con el inglés, todo es más fácil por acá. Eso me pasó a mí, el inglés me ha ayudado a vivir para comunicarme con el plantel y al momento de comprar cosas.
-¿Fue de paso o hay un objetivo más cercano?
-No, para nada. Me gustaría ayudar al equipo, seguir marcando goles y dejar mi huella acá en el Golfo. Quiero que mi nombre suene en Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Qatar. El objetivo de venir acá es tener tranquilidad y ser campeón. Quiero trabajar con el equipo para ganar copas.
Sentimiento Verde
Con el Decano festejó cuando Humberto Zucarelli le dio la oportunidad de jugar habitualmente en el "Wanderito" que ascendió el 2009 y tomó las banderas cuando los de casa tuvieron que salvar a los verdes en la Liguilla de Promoción del 2011.
Es justamente ese uno de los recuerdos que Ubilla no olvida. "Siempre voy a tener en mi mente ese gol que marqué en el año 2011. En la Liguilla de Promoción con Naval nos jugábamos mucho. Mi gol terminó salvándonos, Wanderers es un equipo que no puede estar en la B", rememora.
En esos dos planteles compartió camarín con Moisés Villarroel, por lo que sabe que con el símbolo caturro el futuro del equipo está en buenas manos. El descenso le dolió a distancia porque la camiseta verde se respeta.
"Siempre recuerdo con cariño al club y toda su gente, ellos también siempre me ha mostrado su cariño", reconoce el "Conejo".
Además, confiesa por qué nunca gritó un gol contra los verdes: "Marcarle goles a Wanderers duele porque es el club que me formó, que me dio todas las armas para llegar donde estoy, uno es profesional, pero la gratitud siempre está", remarca el delantero.
Libre de lesiones, con la misión de darle tranquilidad a su familia, el "Conejo" quiere que la buena suerte marque esta nueva etapa. Sin lujos estrafalarios, con la mente en el arco, Sebastián Ubilla desde Arabia Saudita le recuerda a los wanderinos que la gratitud por la camiseta es eterna.
La Estrella de Valparaíso