El Papa en Jesucristo
Si el Papa es consecuente con su palabra y verdaderamente práctica lo que hizo Jesús, cuando expulsó violentamente los mercaderes que profanaban el templo, no le debería temblar la mano, para echar airadamente a todos los obispos que como Barros, fueron cómplices activos o pasivos de Karadima, como también, aquellos que le mintieron o callaron la verdad en relación con la profanación de la que fueron víctimas jóvenes y niños inocentes. Y con mayor razón, aquellos que además, hoy aparecen cínicamente, como Pilatos, en los medios de comunicación lavándose sus manos y rasgando vestiduras, para cobardemente no asumir su responsabilidad por engañar o esconder la verdad al Papa. No debe olvidar su Santidad, que a quien más amó Jesús en este mundo, fue a los niños. Finalmente, el Santo Padre haría también lo que Jesús en su lugar, si nombra en los cargos de estos falsos obispos de la iglesia, a humildes y ejemplares curas de pueblo, como lo fue él en Argentina o como lo fueron también, los humildes pescadores que Jesucristo eligió como sus apóstoles.
Marcha estudiantil
En torno a la "Marcha de estudiantes", en el fondo, lo que quieren es eliminar la educación privada para crear el monopolio estatal de la educación, como tan magistralmente desarrolla Robert Weissohn. Eso les permitiría manipular sin contrapeso las mentalidades en formación de los jóvenes. La historia es muy antigua. Aparentemente Lutero fue el primero, con su famosa carta a los gobernantes de Alemania en 1524, donde insta al estado a establecer la educación obligatoria para vencer al demonio, es decir contra los católicos, judíos u otras sectas competidores. Prusia continuó con el empeño de la educación pública obligatoria para formar buenos soldados, lo que fue copiado por muchos otros países. Incluso en los Estados Unidos -señala Murray Rothbard- el principal impulso de la educación pública fue en sus inicios eliminar el disenso religioso y más tarde "inculcar a sirvientes indóciles las virtudes de la obediencia hacia el Estado".
Reflexiones como la de Weissohn son las que iluminan el debate e inspiran a seguir escribiendo.
Dr.Jaime Manuel Ojeda Torrent
PhD.Universidad Libre de Bruselas.
Natalia Veliz
Antropologa Social