Carla Olivares Rojas

Hasta la parroquia San Martín de Tours de la comuna de Quillota fueron trasladados ayer los restos del pequeño Hashim Guerra Pérez, de 7 años, quien falleció la mañana del viernes luego de ser agredido a palos y golpes por su abuela el pasado miércoles.

A eso de las 15.00 horas el cuerpo del pequeño fue entregado en el Servicio Médico Legal de Quillota a sus familiares quienes trasladaron al pequeño hasta la parroquia para pasar sus últimas horas.

Fueron los hijos de la mujer agresora, Roxana Patricia Pérez Zamorano, de 52 años, quienes recibieron los restos y hoy a las 13.30 horas se efectuará la misa fúnebre para luego trasladar sus restos hasta el Cementerio Municipal del cerro Mayaca.

Despedida

Según trascendió, la familia espera recibir a quienes quieran despedir al niño, pero piden respeto frente al momento dado, que sea un proceso de paz para el pequeño y no de violencia.

Por otro lado, se informó que uno de los tíos del pequeño junto a su mujer, esperan hacerse cargo de la pequeñita de 5 años, hermana de Hashim, que también estaba bajo la tutela de su abuela parricida y que la tarde del domingo fue trasladada hasta el hogar colaborador del Sename, Noche de Paz, ubicado en el sector de Recreo, en Viña del Mar.

Fue en el año 2016 cuando el Tribunal de Familia de San Miguel entregó el cuidado de los niños a su abuela en La Calera y desde el año 2017 que estaban en Colegio Becarb de esa comuna donde recibían un tratamiento de integración.

Una situación que no tendría por qué haber sido conflictiva se transformó en una violenta agresión por parte de una interna a dos gendarmes la mañana de ayer en la cárcel de Quillota.

El hecho se registró en horas de la mañana en el desencierro de la población penal cuando las internas debían vestirse para tomar desayuno.

"La funcionaria asistió a la cuenta y una de las internas estaba con pijama. Se le solicitó que subiera a cambiarse de ropa como corresponde al reglamento y esta interna reacciona de mala manera", dijo José Parra presidente de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios.

Con un palo

Pero no contenta con agredir verbalmente a la funcionaria, le pegó con un palo y también le dio golpes de puños y pies. En la agresión se involucró una segunda gendarme que también resultó con heridas menores.

"Ahora estamos a la espera que el director regional de Gendarmería determine la sanción a la interna y que la institución pueda también querellarse por maltrato de obra a personal de servicio. Nosotros le estamos pidiendo a las autoridades de Gendarmería y de Gobierno es que se hagan responsables de la vida de los funcionarios de la cárcel de Quillota porque este año ya llevamos 8 casos de agresiones a funcionarias", aseguró el dirigente.

Desde Gendarmería declinaron referirse al tema tras ser consultados por La Estrella.