Campeón llega con su academia de kick boxing a conquistar deportistas
Gonzalo Oróstica es cinturón negro y medallista panamericano de la disciplina y asegura que este deporte es mucho más que patadas y combos.
Gonzalo Oróstica es profesor de educación física y campeón nacional y sudamericano de kick boxing. A sus 30 años ya cuenta con varias medallas y participaciones internacionales, donde se ha hecho recurrente obtener un lugar destacado en el podio.
Medallista
Disciplina para la vida
Es que las artes marciales han sido parte de su vida desde muy corta edad. Al respecto comenta que "comencé a entrenar artes marciales a los 10 años. Desde ese entonces fui participando en distintos campeonatos solo por hobby. Pero a partir del 2010, cuando tenía 22 años, empecé a competir de manera más seria, hasta especializarme en el kick boxing".
Oróstica nació en Viña, pero tiene cercanía con Villa Alemana, por eso hace un año decidió instalar aquí su academia de kick boxing, New Gladiators.
Sobre su trayectoria cuenta que "me dí cuenta que tenía bastantes condiciones competitivas ya que me iba muy bien. Cuando empecé a destacar, decidí entrar a la Federación Deportiva WAKO Chile, lo que me dio mucho más proyección. Comencé a ir a torneos sudamericanos y mundiales y después formé mi club deportivo, New Gladiators al que sumé más personas para seguir creciendo y compartir mi pasión por el kick boxing".
Justamente, una vez realizada su incorporación a la World Association of Kickboxing Organizations, comenzaron los primeros logros deportivos. Sobre los hitos alcanzados en la disciplina, comenta que "el 2013, cuando entré a la Federación WAKO, quedé en segundo lugar a nivel nacional. Pero desde el 2014 hasta el 2017 soy campeón nacional en la categoría cinturón negro hasta 89 kilos".
Pero las aventuras y logros sobre el ring no se enmarcan solamente en el ámbito nacional, también ha representado a Chile en diversas arenas internacionales.
Sin embargo, más allá de la ambición profesional que mueve a todo atleta en busca de la tan ansiada gloria deportiva, a Gonzalo Oróstica lo motiva la pasión por las artes marciales, sentimiento que se hace notar al explicar que "cuando la gente escucha la palabra kick boxing como que se asusta un poco. Creen que es solo violencia: golpear, pegar o simplemente agarrase a combos con la persona del frente". Según él "por ignorancia, la gente cree eso y no se da el tiempo de indagar un poquito más. Es importante recalcar que el kick boxing, como otras artes marciales, es un deporte de combate y no de pelea. Ya que una pelea se puede dar en un bar, en una disco o en la calle, mientras que un combate se da entre caballeros en un ring, con todas las reglas correspondientes y por un fin deportivo".
Sabido es que el dominio de las artes marciales trasciende el aspecto técnico y físico, siendo la disciplina y el autocontrol de lo aprendido algo fundamental para el buen desarrollo de la actividad. Sobre las condiciones requeridas para quienes quieran aprender, explica que "a través del tiempo la gente ha ido probando el tema de las artes marciales y los deportes de contacto en general. Primero, porque les gusta competir y entrenar. Segundo, lo hacen por un estilo de vida y una cuestión de salud. Hay muchos que lo hacen para sacar el estrés".
El deportista plantea que el kickboxing entrega una gran gama de posibilidades para entrenar. "Puede ser para personas que no tienen ninguna experiencia, hasta para quienes ya tienen cierto recorrido y quieren competir".
Para este cinturón negro no hay límites para dedicarse a esta técnica. "Trabajo con niños chicos y con adultos, también con gente que va solo por recreación. Acá entregamos herramientas y la orientación para que las personas puedan enfocarlas en lo que ellos quieran", finaliza.