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Las mil historias del

Mario Salinas, el talentoso ex campeón con Everton en 1976, tiene mucho que contar y recordar de su pasado y presente en Viña del Mar.
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Manuel Gómez Poblete

Fue junto al zaguero central Guillermo Azócar, uno de los dos futbolistas que más jugaron (34 partidos cada uno) en la campaña que llevó a Everton a la obtención de su tercera estrella... a fines de noviembre de 1976.

Mario Salinas Avendaño, el reconocido "Maestrito" del mediocampo oro y cielo que ideó y conformó el recordado técnico Pedro Morales, volvió -tras radicar por casi dos décadas en Santiago- a su querida Viña del Mar. Y si bien es capitalino (nació el 16 de julio de 1950 en Maipú), el "Maestrito" (apodo que le colocó Leopoldo Vallejos y que fue avalado y masificado por el mismísimo Fernando "Tata" Riera, quien dirigió a Salinas en las juveniles de la UC) reconoce a la Ciudad Jardín como su segundo hogar. Mal que mal, este ex campeón con Everton jugó un total de 133 partidos oficiales por el elenco oro y cielo, anotando un total de 29 goles entre 1976 y 1979.

Su tiro libre al segundo palo de Enrique Enoch (en el partido final del '76 ante los hispanos) es, quizás, su gol más recordado... al igual que los tantos penales que convirtió en algo que para él era como la "especialidad de la casa".

Siguiendo a don pedro

Nacido y criado en la Universidad Católica, Mario Salinas fichó en agosto de 1974 por Huachipato, siendo pieza clave en la obtención del primer título de los acereros, institución a la que defendió por un año y medio. Y como su técnico, Pedro Morales, arribó a Viña del Mar (aceptando la ambiciosa propuesta del presidente Antonio Martínez), el "Maestrito" Salinas se dejó caer a la Ciudad Jardín.

"Don Pedro (Morales) me trajo a Viña. Todos decían que yo era el regalón de él... y siento que es verdad, ya que en 10 de los 15 años de mi carrera como jugador, estuve con él".

Salinas agrega también que desde Huachipato, no se vino sólo. "Éramos seis los que íbamos a venir a Everton, pero al final llegamos junto a Azócar (Guillermo) y Carlos Cáceres. Eddio Inostroza firmó al final por la Unión Española, Pablo Astudillo se quedó en Huachipato y Daniel Díaz se fue a Colo Colo", recuerda Salinas, quien vive -junto a su esposa- en la tranquilidad de un departamento ubicado en 8 Norte, muy cerca de avenida San Martín.

Su único hijo, Marito (que también fue futbolista y que hoy reside en Santiago) lo hizo abuelo de dos "nietas maravillosas", como el mismo se apresura en presentar: Lourdes y Colomba, que van a cumplir 3 y 1 años, respectivamente. Así y todo, don Mario no es un abuelo "metiche"... como se diría, ya que jamás en su vida le ha gustado molestar y/o incomodar a los demás.

Y si bien ya está próximo a cumplir tres años en Viña, ya no es asiduo al Sausalito. Y entre sus razones... está que sigue siendo muy cabalero. "Si voy y el equipo pierde... qué me van a decir. Por lo demás, a mí nunca me gustó que un futbolista critique a sus compañeros o a los jugadores". Y si de cábalas se trata, Salinas tiene para rato: "Durante cuatro años viajé siempre en el mismo asiento del bus... si era terrible de cabalero. Por ejemplo, viajé todo un año con el mismo gamulán... y mis compañeros se reían, ya que con frío, se entendía, pero cuando íbamos a Antofagasta... era ridículo. Y así trataba de andar siempre con la misma ropa, cosas así".

Y entre sus anécdotas, Salinas recuerda la que vivió en Temuco, en el empate 1-1 previo a las definiciones con Unión Española. "Le cuento: llegamos a Temuco y por ahí nos enteramos que nos querían mojar la cancha, ya que ellos (Green Cross) estaban acostumbrados a jugar con la cancha pesada y muy mojada. Entonces, el 'Chamullo' Ampuero (kinesiologo de Everton) junto al 'Charcán' (conductor del bus) le pidieron permiso a Pedro Morales para salir un rato en la noche. Vamos y volvemos, le dijeron. Y resulta que se fueron al estadio, saltaron un muro y cortaron las mangueras. Y no nos pudieron mojar la cancha", recuerda con orgullo.


"Maestrito"

de selección

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"Jugué 5 partidos por la selección chilena, pero luego me peleé con don Lucho (Santibáñez) y no me llamaron más. Jugué dos amistosos contra Uruguay, uno en Montevideo y el otro en Santiago; uno contra Argentina en la cancha de Vélez; contra Brasil en Porto Alegre y en Asunción contra Paraguay... todo esto antes de las eliminatorias para el Mundial de Argentina '78".

El everton de hoy

"Lo he visto por televisión y me da mucha pena porque uno quisiera que al equipo le fuese bien. Pero como dije, no me gusta criticar y menos a los jugadores. Esta es sólo una mala racha y de igual modo entiendo al hincha, ya que lo único que ellos quieren es ganar. Lo que no pueden hacer es olvidarse de las cosas buenas que se hicieron atrás. Yo le pediría al 'Vitamina' que elija bien los tres refuerzos, ya que con ello, tendrían que mejorar".