Padres de detenidos en Malasia: "Nuestros hijos son inocentes"
Progenitores entregaron nuevos detalles del incidente. Abogado asesor, Juan Carlos Manríquez, cree que deberían ser imputados por "cuasi delito de homicidio".
Tras conocerse los hechos en que se vieron involucrados Felipe Osiadacz (27 años, ingeniero comercial de Concón) y Fernando Candia (30 años, chef), quienes permanecen detenidos en Malasia desde agosto del año pasado, varias versiones de personas supuestamente cercanas a los jóvenes han salido a luz. Ante tal situación, los padres de los chilenos ayer decidieron romper su silencio y a través de una declaración pública entregaron detalles de lo ocurrido en Kuala Lumpur y que los tiene al borde de una pena de muerte.
"Lamentablemente, Felipe y Fernando se vieron envueltos en un incidente con un desenlace fatal, luego de ser abordados por un malayo (que según el informe forense se encontraba bajo la influencia de diversos estupefacientes). Mientras Felipe esperaba en el lobby del hostal en que se hospedaban a Fernando, que le traía las llaves de la habitación para acostarse, el malayo siguió a Fernando hasta el hostal, exigiéndole insistentemente que le diera dinero. Ya en el lobby, el malayo insistió en su petición y dado que ambos chilenos se negaron, comenzó a agredirlos", explican en el comunicado Fernando Osiadacz Larramendi (padre de Felipe) y Maritza Olcay (madre de Fernando).
El relato continúa: "nuestros hijos no respondieron a estas agresiones y pidieron al recepcionista del lugar, en varias oportunidades, que llamara a la policía. Como el nivel de agresividad de esta persona aumentó, ellos se asustaron y lo inmovilizaron sin ninguna intención de causarle daño, pues todo lo sucedido fue en defensa propia".
Tras esta acción, el malayo fallece, aparentemente producto de un ataque al corazón, y los jóvenes fueron detenidos. Actualmente están a la espera de una audiencia fijada para el 28 de mayo, donde debieran imputarle los cargos e iniciar el juicio.
Una pesadilla
Osiadacz y Olcay cuentan además que este incidente ocurrió el primer día de las vacaciones de sus hijos "las cuales iniciaban luego de un período en que ambos trabajaron un año en Nueva Zelanda (país donde se conocieron), después de haber finalizado sus estudios en Chile. A partir de ese minuto, este hecho terminó con los sueños y proyectos que ambos tenían, devastando de paso a familiares y amigos, quienes hemos acudido a todas las instancias posibles para traerlos de vuelta a nuestro país. Después de este viaje por el Sudeste Asiático, Felipe iba a estudiar un magíster a Barcelona y Fernando volvería a Chile para crear una empresa gastronómica".
En su declaración, los angustiados padres señalan que "desde que fueron detenidos, han pasado nueve meses los cuales han sido una verdadera pesadilla para ellos y nosotros; la distancia y las diferencias culturales lo hacen aún más difícil. La angustia, incertidumbre y temor nos han embargado de forma continua estos meses. Confiamos en el estudio de abogados que hemos contratado en Malasia, pues el futuro de nuestros hijos depende de ellos. Agradecemos el interés demostrado en estos días, pero nuestro silencio obedece a las recomendaciones entregadas por la propia defensa, quienes nos han aconsejado desde el principio no abordar el tema públicamente para no afectar el proceso legal. Les solicitamos respetar esta decisión y ser muy cautelosos con la información que se divulga".
En la declaración, los padres de los jóvenes, anuncian que están realizando gestiones para entrevistarse con el presidente Sebastián Piñera. "Queremos enfatizar con absoluta certeza que nuestros hijos son inocentes del cargo que se les imputa y reiterar que esto no ha sido más que un terrible accidente que ha afectado a dos jóvenes que solo iban a disfrutar de sus vacaciones. Por ello, estamos coordinando una audiencia con el Presidente de la República, Sebastián Piñera, de manera que el Estado de Chile intensifique las gestiones que nos ayuden a traer de vuelta a Felipe y Fernando. No obstante, valoramos enormemente el apoyo consular que hemos recibido desde el primer día, especialmente por parte del Cónsul de Chile en Malasia, Juan Francisco Mason Izquierdo".
Camino legal
El abogado porteño, Juan Carlos Manríquez, está asesorando al senador Francisco Chahuán en este caso y cuenta que lleva varios meses de trabajo silencioso, que ha incluido un estudio detallado de las leyes de Malasia. Lo primero que advierte el profesional es que "entre Malasia y Chile no existe un tratado de extradición ni cooperación política mutua, por tanto hay que recurrir a los principios generales internacionales, sin perjuicio de respetar con mucha delicadeza la jurisdicción de los órganos de Malasia".
En ese sentido Manríquez explicó que lo primero es agotar todas las instancias internas existentes. Allá "hay un fiscal que investiga, presenta una acusación ante un juez y luego puede ser recurrida. De mantenerse la pena tan alta como la que se dice se podría aplicar, existe la solicitud de clemencia ante la autoridad política del país, una suerte de indulto".
Manríquez destacó que "si uno analiza el código penal de Malasia, hay al menos 5 categorías distintas de homicidio. Por los hechos que hemos conocido, esta situación debiera quedar cubierta por una regla especial del artículo 304 A del Código Penal de Malasia, que los sanciona con el equivalente al cuasi delito agravado de la ley chilena, a una pena de dos años sin multa en prisión, lo que atendido a las circunstancias sería un escenario que se ve bastante más proporcionado y ojalá sea el que se imponga".
De conseguir aquel escenario, debieran cumplir la pena en Malasia mismo, "a menos que se llegara a un acuerdo diplomático de expulsión y se fijen condiciones de seguridad, se entreguen lo que se llaman cauciones, para que esa pena, tal y como se dictó en el país de origen, o de una manera equivalente conforme a la ley chilena se pueda cumplir en Chile".