Claudio Morales Salinas - La Estrella de Valparaíso

Hace cinco fechas San Luis de Quillota pareció tocar fondo cuando se comió una goleada por 4-0 en Rancagua ante O' Higgins, con expulsados y siendo arrollado por el rival. Al siguiente partido, los canarios se recuperaron, mostraron una mejor cara y derrotaron a Colo Colo en Quillota con un gol agónico de Boris Sagredo.

Encontraba la senda victoriosa el conjunto de Miguel Ramírez, pensaron muchos, pero de ahí en más solo un par de empates ha podido cosechar San Luis, siendo el más valorado el de la fecha ante pasada frente a Universidad Católica, haciendo méritos para ganar ante el especulativo líder del campeonato que poco mostró en el Lucio Fariña.

Pero la dura realidad de una campaña que no levanta, volvió a golpear las huestes sanluisinas en la noche del viernes. El estadio Santa Laura volvió a ser un reducto adverso para los quillotanos, que no han podido sumar un solo punto en esa tradicional cancha en este actual ciclo del club en Primera.

Pero más allá de alargar la estadística negativa en el campo de los hispanos, lo que en verdad dejó consternados -y muy molestos- a los hinchas de San Luis, fue la forma de perder, dando todas las licencias defensivas a un equipo como el de Unión, que con los jugadores incisivos que tiene de mediocampo hacia arriba, aprovechó gran parte de los regalos... porque varios goles se perdieron los jugadores rojos ante un Ignacio González que siempre trata de sostener la estantería.

Goles en contra

Y es que el buen portero canario tuvo que volver a multiplicar sus esfuerzos ante la fragilidad defensiva de sus compañeros, tal como aconteció en el citado duelo con O' Higgins, y también en la caída por 0 a 3 frente a Universidad de Chile de la cuarta fecha.

Y así se acumulan los goles en contra, ya van 18, contrastando con los escasos seis festejos que ha generado la ofensiva amarilla, siendo hasta ahora Mauro Caballero con dos dianas, el único delantero del plantel que la ha embocado en el arco rival.

Con el clásico a la vista, el duelo del sábado asoma como una verdadera de tabla de salvación para este San Luis que no despega.