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Obesidad y enfermedad renal van de la mano

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Mirian Mondaca Herrera

Hace poco más de medio siglo, a través de políticas públicas, Chile luchaba por dejar atrás los altos índices de desnutrición; pero ahora sufrimos las consecuencias de pasar de manera drástica al otro extremo. Según la Encuesta Nacional de Salud 2016- 2017, el 74% de los chilenos tienen exceso de peso. De ellos, quienes padecen de obesidad alcanzan el 31,2%.

Frente a estas alarmantes cifras, de inmediato se vienen a la mente los problemas de hipertensión, infartos o diabetes, que están comúnmente asociados a los kilos de más, pero lo cierto es que la lista de patologías que podrían aparecer es mucho más extensa. Dentro de ellas, una que no es tan nombrada como las anteriores a la hora de asociarla con la obesidad: la enfermedad renal crónica.

De acuerdo a Clara Molina Cerna, nutricionista renal del Hospital Clínico de la Universidad Católica de Chile y jefa del Programa del Curso en Manejo Dietoterapéutico del Adulto con Patología Renal Crónica de la misma casa de estudios, la enfermedad renal crónica es más frecuente en mujeres, alcanzando una cifra de 195 millones de afectadas en el mundo.

Existe evidencia científica acerca de una relación entre la obesidad y el desarrollo de la enfermedad renal. La profesional advierte que "glomerulopatías, nefropatía diabética, hipertensión arterial y malformaciones congénitas, son las enfermedades renales de mayor prevalencia. A mayor índice de masa corporal, existe mayor riesgo de diabetes, hipertensión y enfermedad renal crónica".

Particularmente en quienes tienen obesidad, ocurre una hiperfiltración compensatoria necesaria para alcanzar la alta demanda metabólica secundaria al aumento del peso corporal. El alza de la presión intraglomerular puede generar daño renal y elevar el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica a largo plazo.

La nutricionista recalca que generar conciencia entre la población para que hagan una asociación más directa de esta patología con la obesidad, es fundamental. "Cuando pensamos en enfermedad renal lo primero que se nos viene a la mente es la sal, en cómo aprender a mirar las tablas nutricionales y el etiquetado de los productos envasados y procesados, prefiriendo aquellos bajos en sodio, o bien cocinar con no más de una tapita de lápiz de sal en las preparaciones de todo un día por persona; pero muchos desconocen que la obesidad desarrollada por exceso de grasas, azúcares y carbohidratos, tiene directa relación con el desarrollo de enfermedad renal crónica", recalca Molina.

Como parte de esa necesaria concientización sobre la prevención de la patología han comenzado a surgir instancias, como la Semana del Riñón, que precisamente se está realizando durante esta semana en el país y que finaliza el 13 de mayo. Se trata de una iniciativa nacional liderada por la Sociedad Chilena de Nefrología y la Fundación Pro Salud Renal.

600 mil muertes

En Chile, la Enfermedad Renal Crónica afecta en un 14.5 % a mujeres y un 7,4% a varones, y a nivel mundial es la octava causa de muerte en mujeres, provocando más de 600.000 decesos cada año.

Tanto en contextos clínicos como académicos en el último tiempo se ha encendido la alerta por revertir estos indicadores, ya sea a través de programas de alimentación saludable como en el desarrollo de nuevos protocolos nutricionales en ambientes escolares y laborales. En ese sentido, seguir una dieta equilibrada y realizar actividad física son aspectos esenciales.

salud@estrellavalpo.cl

Esta relación se produce porque en la persona que

tiene mayor grasa corporal ocurre una hiperfiltración compensatoria que es necesaria para alcanzar la

alta demanda metabólica que desencadena

el aumento de peso.