Matías Valenzuela

Una extraña e inquietante imagen causó revuelo en las redes sociales al exhibir a un hombre sentado sobre una escalera de la subida Ecuador tratando de alimentarse de... una pata de animal cruda.

La imagen es clara, un hombre de rastas castaños, barba descuidada y ropa similar a la que usan los aseadores municipales, se muestra sentado en el cemento, tomando un alargado cuerpo de casi un metro y medio del cual trataba de sacar algo de comida a mordidas. Entre los comentarios, se encontraron varias personas que preguntaban si se trataba de una pierna humana, pero aparentaba, más bien, ser de un vacuno.

Consultando con los carniceros del lugar, que no son pocos, todos coincidieron en que esa pata era de caballo, por lo largo y delgado de la extremidad, pues el mercado ganadero de vacuno no trabaja con piezas tan grandes, los productos ya vienen trozados.

En la subida Ecuador, solo existe una carnicería equina, se llama Javiera, y su dueño confirmó que es un miembro de caballo.

¿cómo la obtuvo?

Revisando la imagen, don Gregorio Pinochet, dueño de la carnicería de equino Javiera apunta que es una pata de caballo a la que ya le extrajeron la carne, solo queda hueso y algunos pellejos en la zanca. Además, precisa que está fresca, por el color que se ve.

Siendo la única carnicería de ese tipo en el lugar, es natural pensar que la pata de la fotografía proviene de ahí, pero don Gregorio se resiste a creerlo, pues, él utiliza los huesos para dárselos a sus perros, aunque reconoce que es misterioso el cómo el sujeto de la foto lo obtuvo.

"Es extraño, porque yo los huesos no los dejo en la canasta afuera ni a la vista, se los doy a mis perros. La gente de las otras carnicerías tampoco anda dejando los huesos botados por ahí. La verdad no me explico cómo la consiguió", dice.

Conocido en el sector

Lo que sí tiene claro el carnicero, es quién es el hombre de la foto. Se le suele ver por el lugar deambulando erráticamente, muy introvertido y tranquilo, pero muestra signos de tener un desequilibrio siquiátrico.

"A él se le ha visto harto por acá, pasa caminando y pone unas caras medias raras, unas expresiones que va cambiando. A veces viene con poca ropa, una vez andaba solamente con un poncho que le tapaba apenas hasta el trasero, a veces aparece con otra ropa, que al parecer se la regalan como en esa foto", cuenta el carnicero.

Eso sí, don Gregorio advierte que la imagen del rasta mascando la pata no obedece a que tuviera mucha hambre, porque todos los comerciantes le regalan comida y lo tienen bien alimentado.

"Acá él está bien cuidado, no va a pasar hambre. Yo mismo le he pasado unos pancitos a veces. A él se le ve bien alimentado y bien parecido el muchacho. Yo creo que aparece así porque tiene problemas y no pensaba bien lo que hacía", reflexiona el hombre con voz de empatía.