Nicolás Arancibia Bórquez
P ara nadie es un misterio que el presente de Wanderers es uno de los más bajos que se recuerden en la memoria colectiva. La derrota sufrida el pasado viernes ante Deportes Valdivia hundió aún más al Decano en el fondo de la Primera B, haciendo cada vez más lejano el sueño de retornar a fin de año a Primera División, y mutando el citado objetivo a uno que no estaba en los planes de nadie: luchar por mantenerse en la segunda categoría de nuestro fútbol.
La actual crisis deportiva wanderina se acentúa aún más si se hace una revisión de las campañas de la última década, años en los que de la mano de la sociedad anónima, el hincha wanderino ha tenido que acostumbrarse a sufrir mucho más de lo que se alegra. Lo cierto es que con los actuales once puntos que suman los caturros en el torneo, lo ubican en el tercer lugar de los peores inicios de campaña en el mencionado periodo de tiempo, siendo apenas "superados" por las campañas del Clausura 2012, donde se sumó 8 unidades, y en la del Clausura 2016/2017, donde se tenía 9 puntos luego de transcurridos los primeros doce partidos del torneo. Solo la campaña del Apertura 2011 iguala los bajos números del actual plantel, compartiendo podio con un equipo que hasta el momento no ha estado a la altura de lo que se esperaba.
Desglosando los torneos de manera cronológica, si ni siquiera el mal torneo de Transición 2017, donde el Decano acumulaba 12 puntos a esta misma altura, y que a la postre significó el descenso del equipo, tiene números tan bajos como el actual desempeño verde. El resto de las cifras, puede revisarlas en el recuadro relacionado puesto en la nota.
Claves del presente
Más allá de los números antes señalados, no cabe duda de que hay factores importantes que hoy tienen a los caturros peleando por no descender a Segunda Profesional. Lo clave, y es algo en lo que Moisés Villarroel ha hecho énfasis cada vez que se puede, es poder mantener un orden defensivo que le permita al Decano poder controlar mejor los partidos. Lo segundo, es tener mayor eficacia al momento de estar frente al arco, ya que ante Valdivia, los verdes desaprovecharon un par de ocasiones clarísimas para evitar el desastre que sucedió. Finalmente, la mala conformación del plantel, legado de Nicolás Córdova, es la más pesada de las mochilas que carga Villarroel, quien deberá atinarle con perfección a los tres refuerzos de cara a la segunda rueda.