Abuelita postrada de 99 años: salvada por héroes en incendio
Fuego consumió tres casas en pasaje Temuco en Miraflores alto. A la hora de la tragedia -concurrieron 7 compañías de Bomberos-, en uno de los inmuebles se celebraba un cumpleaños. Entre los 10 damnificados: niños y adultos mayores.
"Pensé que la perdería. Que todo se acabaría con las llamas. A mi señora, que tiene 99 años de edad y que está postrada en cama, hubo que sacarla como se podía. En ese punto, me perdí completo. Por más fortaleza que tengo, creía que hasta aquí nomás llegábamos. El fuego acabaría con todo".
Las palabras se mezclan con angustia. El nudo en la garganta le aprieta más fuerte que de costumbre a Manuel Araya Díaz, de 86 años, quien da las gracias con la mirada al cielo porque su mujer, doña Rosa Pavez, logró salir de ésta con vida. Así como él mismo Manuel y otras 10 personas.
"Si no fuera por la ayuda de familiares, vecinos, bomberos y carabineros, el fuego nos hubiese pescado y a todas las casas del pasaje", agrega el 'Pionero' como lo denominan en el núcleo familiar de los Araya-Pavez, al ser uno de los fundadores de estas viviendas enclavadas en una antigua toma que data de 1971. "Casas que se levantaron a punta de nuestro esfuerzo, incluso con las manos de mi esposa que ayudó. Por eso yo la cuido hasta que Dios quiera. Es mi preocupación más grande".
Posible Causa
Don Manuel es uno de los abuelitos que salvó del voraz incendio ocurrido la noche del sábado pasado en el pasaje Temuco, sector Las Granadillas I, en Miraflores Alto, Viña del Mar. Pasadas las 22 horas de antenoche, de acuerdo a testimonios de moradores, una posible falla eléctrica detonada en una vivienda que están levantando en una construcción localizada en la parte posterior generó la tragedia que pudo pasar a mayores: 10 personas damnificadas y tres inmuebles afectados -uno totalmente consumido- fue el saldo del voraz incendio que por fortuna no dejó muertos ni heridos.
Eso de acuerdo al subcomisario Cristián Vargas Salas, subcomisario de los servicios de la Quinta Comisaría de Miraflores de Viña del Mar, quien confirmó que el siniestro afectó allí a los lotes 66 y 67. "Se trató de un incendio estructural cuyas causas en su origen están en investigación. Los motivos que lo generaron a eso de las 22 horas del sábado -y cuyas labores de extinción se extendieron hasta la madrugada del domingo- serán determinados de acuerdo a peritajes de Bomberos".
Hasta el lugar, de acuerdo al subcomisario Vargas, concurrieron cinco unidades del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad Jardín: la segunda, tercera, quinta y décima. También se constituyó en el sitio personal de la municipalidad de Viña del Mar, específicamente del departamento de Protección Civil "para ver el tema de las personas afectadas, las cuales quedaron sin nada, en la calle", sostuvo el funcionario policial y que ratificó que "la municipalidad se comprometió a buscarles albergue con red de contacto y apoyo. En total, los damnificados fueron siete adultos y tres o cuatro menores de edad".
Abuelita y cumpleaños
El hijo de don Manuel Araya, llamado igual y cuya casa salvó en parte a las llamas, contempla a su madre, doña Rosa, que a sus casi 100 años duerme a raíz del susto pasado. Pegada a su improvisada cama, asoma un aparato 'antiescaras' (para personas que permanecen en cama durante largo período). Araya hijo acota: "De la vivienda colindante se originó el fuego. Afectó directamente a la casita de mis papás quienes viven detrás de mí casa: el fuego traspasó hasta el inmueble de ellos. Fue complejo sacar a mi madre de su cama en medio del incendio. Había que trasladarla y no tiene ninguna movilidad, nos costó mucho…".
Bajo los humeantes cimientos de lo que era su casa, Glen Castillo Ortíz marcha transpirado de un lado para otro con la carretilla repleta de escombros, peluches y chatarras, algunas aún a las brasas. La misma casa que tan sólo 15 horas atrás era escenario de una nutrida fiesta a toda diversión: 30 familiares suyos estaban por cantarle el cumpleaños feliz a un tío. "Nos imaginamos lo peor: gracias a Dios el fuego se concentró en un sólo lugar. Una pena".
En el ex hogar de Glen habitan siete personas. De esas, otro mayor de edad, su abuelito Alberto. "Entre todos lo pudimos sacar. También a los niños", aduce mientras reconoce que la presencia a tiempo de personal policial y bomberos evitó un desenlace fatal. "Lo bueno es que hubo tiempo de reacción. Se manejó el pánico como pudimos. Por la dimensión del incendio pudo haber sido peor".
Basilio Bernal, yerno de don Alberto Ortíz, al que apodan con cariño "el patriarca", está desde temprano a las faenas del retiro de escombros. Ante la desazón de los elementos caseros todavía humeantes, opta por ver la vida con el vaso medio lleno. Cuenta que vive un poco más abajo, y que temió por la expansión del fuego hasta su casa. "Lo más importante es que no tenemos desgracias personales que lamentar. Habrá que reconstruir todo". En esta parte de Miraflores alto, se puede apreciar una panorámica generosa a buena parte de Viña del Mar. También se vislumbran varios autos en estado de chatarra. Y desde el sábado, tres viviendas menos. Una de esas, correspondía a la de Alejandro Ortíz, quien a sus 50 años de vida, dice que desde los seis vive acá. En su vivienda habitan cuatro personas junto a él: su señora y dos hijos. "Nunca aquí había pasado algo así. Al parecer fue un corte de la nada: empezó en el sector de las latas grises allá atrás, allí donde están construyendo una casa. Se quemó de allá para acá. A ellos sólo se les quemó un poco, pero a nosotros el fuego lo consumió todo". A su lado, su esposa, Erica Carmona, sí lamenta una pérdida: su mascota. "Mi gatito Copito no pudo salir. ¡Esto es terrible!".