Claudio Morales Salinas - La Estrella de Quillota - Petorca

Como un compendio de los errores cometidos que llevaron a este San Luis 2018 a sufrir derrotas categóricas, el técnico Miguel Ramírez se pegó un balazo en los pies al insistir con una feble línea de tres en defensa. Y lo pagó caro. Jean Meneses, el mismo que él puso alguna vez como volante central cuando estaba en los canarios, se dio un picnic como wing derecho, apareciendo libre una y otra vez entre el stopper Daniel Vicencio y el lateral Manuel Bravo.

Por ese callejón, "Takeshi" generó los dos primeros goles del Campanil -de Wálter Ponce y Hugo Droguett-, y anotó el tercero de taquito, tras lo cual no celebró, pidió perdón y fue aplaudido por los hinchas sanluisinos. Asunto liquidado con el 3-0, y cuando Ramírez en el segundo tiempo cambió a línea de cuatro en el fondo, ya era tarde.

En la tribuna Pinto, la del hincha más acérrimo, apareció un lienzo que rezaba "Fuera Gahona" en alusión al presidente del club, y el canto "San Luis de Primera, dirigentes de tercera" se escuchó fuerte. Tras el partido la indignación creció. Un centenar de hinchas se apostó afuera del estadio vociferando contra los directivos y el técnico. Intervino la fuerza policial para alejarlos del sector, mientras el mandamás de San Luis sostenía una larga reunión con Ramírez al interior del recinto, tras la cual Manuel Gahona abandonó por una puerta trasera.

Hasta acá llegamos

Fue el técnico quien enfrentó a los medios para dar la noticia que ya se intuía, en un discurso que denotaba su derrumbe emocional. "Cuando uno queda en el camino de esta forma, se te viene el mundo abajo. Uno trabaja para obtener rendimiento, y cuando no se logra, como en este torneo, el primer decepcionado soy yo, porque soy el que está a la cabeza. Por eso hemos sostenido una conversación con los dirigentes, hemos llegado un acuerdo, nosotros llegamos hasta acá, se nos acaba nuestro proceso. Vendrá otro técnico a sacarle el rendimiento que yo no pude a los jugadores", expresó Ramírez.

El proceso del DT ya venía muy desgastado por los malos resultados, y cuando todos esperaban terminar de buena manera una nefasta primera rueda, la estrepitosa caída del sábado fue un mazazo que el estratega no pudo resistir.

"Lamentablemente no hemos tenido la capacidad de sacarle más rendimiento a los jugadores, y es ahí donde la responsabilidad absoluta es mía, por no poder cumplir nuestros propios objetivos. Duele tanto como esta última derrota, porque perder de esta forma hace que uno se replantee todo lo que hace, lo que trabaja, lo que planifica", lamentó el cesado entrenador.