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Álvaro

Hace 30 años que comenzó a practicar el deporte. Hoy, es juez de mesa, árbitro, entrenador, jugador en el equipo de Universidad Católica, y trabaja en la Federación Chilena de Hockey para expandir la disciplina en colegios de escasos recursos. Esta semana participará como oficial técnico en el Juegos Suramericanos 2018.
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Camila Rojas Vargas

Tan solo 3 años tenía Álvaro Campos Rasmussen cuando se acercó por primera vez a la idea de jugar hockey sobre césped. "A esa edad tomé el primer palo y comencé a jugar con la pelota. Paralelo a esto mi mamá - la legendaria jugadora viñamarina Maureen Rasmussen- me llevaba a su club, el extinto 'Valparaíso Sporting Club' y a sus clases en Saint Margaret School en Concón, para no dejarme solo en casa a esa corta edad", relata.

A pesar de haber estudiado la carrera de veterinaria por el amor que tiene hacia los animales, la atracción por el hockey fue más fuerte y ahora se dedica completamente a ello en cuanto al mundo laboral y método de entretención.

El lado social

Comienza la semana en la Federación Chilena de Hockey, ubicada en Santiago, donde trabaja a cargo de talleres para expandir el deporte en 14 colegios SIP (Sociedad de Instrucción Primaria) para niños de escasos recursos en comunas como La Pintana, San Bernardo, San Ramón, Renca, Independencia y Recoleta.

"Mi labor es supervisar los talleres que son impartidos por 14 profesores a 600 niños de 1º a 6º básico, les doy un feedback tantos a los profesores del entrenamiento como a los alumnos para mejorar su desarrollo", cuenta acerca de la labor social que busca que los pequeños lleguen a jugar en torneos de la Federación.

Álvaro se ha desempeñado como entrenador en 14 clubes nacionales, como lo es la liga 'TEA: Torneo Entre Amigas' compuesta por 15 equipos, en la cual entrena a un grupo de 'hockey de mamás' hace ya un año. También ha internacionalizado su carrera en este rubro, pues fue entrenador durante un año en Nueza Zelanda.

17 años son los que lleva como árbitro, comenzando tiempo atrás mediando partidos en ligas de colegio. A través de eso fue contactado por clubes para participar de torneos nacionales, hasta llegar a ser un árbitro 'Nivel A' certificado por la Federación Panamericana.

Pero no todo es trabajo, pues para disfrutar del deporte como jugador, es parte del equipo de Universidad Católica, el cual pasó a desempeñarse en primera división desde el año pasado.

A pesar de toda su experiencia, en la cancha pasa a ser uno no más; "se nos ha hecho difícil porque el ritmo en que se juega en primera división es totalmente distinto al que se juega en segunda. Se corre más, hay que ser más hábil, y pensar en menos tiempo".

Falta de apoyo

Desde la perspectiva del campo de juego destaca que "el hockey a nivel nacional es pago, nosotros tenemos que pagar por jugar, porque somos un deporte amateur y no profesional dentro de Chile. Tampoco tenemos un apoyo como el que tiene el fútbol por parte del gobierno, esto dificilita conseguir auspicios para tener en el club, para la Federación o a un jugador en particular".

Por si no fuera poco, también está calificado como juez de mesa internacional, siendo el primer hombre chileno en especializarse. Esto lo ha llevado a los Juegos Panamericanos de Guadalajara y el torneo 4 Naciones.

Esta semana, Álvaro será partícipe de los Juegos Suramericanos Cochabamba con la participación de 14 países.

Desempeñará la función de técnico de torneo en el evento.

"Mi función es generar el documento oficial del partido con los resultados, y si es que hubo tarjetas o inconvenientes debo dejarlos en el registro también. Por otro lado, antes de que todo empiece tenemos que revisar los pasaportes, medir toda la indumentaria, como los palos por ejemplo, que tienen curvaturas y anchos reglamentarios, debemos asignar los colores con los que cada país va a jugar y hay que chequear la cancha también para que esté en condiciones", explica.


Campos:


del Sporting a Cochabamba

La Estrella de Valparaíso