Viñamarino
Earving Velarde jugó rugby en Nueva Zelanda y a sus 24 años ya se apoderara de las canchas más connotadas del deporte. Ahora, quiere sumar en Sporting.
Camila Rojas Vargas
Desde cuarto básico que Earving Velarde se dedica al rugby, la formación del colegio británico Saint Peter's School, instaura desde pequeños el deporte como actividad a sus alumnos. Tiempo después el rugby se volvió una entretención más que una obligación y comenzó a potenciar su talento con entrenamientos en el que desde séptimo básico hasta sus actuales 24 años ha sido su equipo; el 'Sporting Rugby Club'. "Yo dejé de ver al rugby como un deporte, es parte de mí, un estilo de vida y siempre voy a querer ir perfeccionando", cuenta.
El claro enfoque, la constancia y la disciplina lo llevaron a instancias que marcaron su carrera e hicieron que diera un salto a la primera categoría mundial.
Al extranjero
En 2013 emprendió rumbo a Nueva Zelanda durante 4 meses para ser parte del equipo Zingari Richmond, participando del Campeonato Regional de Otago. Cuatro años más tarde, en 2017 conquistaba Europa siendo uno de los jugadores contratados por el Futbol Club Barcelona Rugby.
Como si fuera poco, el jugador estrella también perteneció a la selección chilena de Rugby 7 entre los 17 y 19 años.
Pero no todo ha sido fácil, pues tuvo que pasar por lo que a ningún deportista le gustaría vivir.
"En 2016 fui a jugar un pre olímpico para los Juegos Olímpicos a Mónaco y me corté el ligamento cruzado. Estuve 8 meses parado, en recuperación. El club me ayudó en todo, en mantenerme activo, en seguir entrenando, pero no estaba jugando", relata.
Pero lo mejor llegó para Earving tras su grave accidente, pudiendo partir al viejo continente, etapa que califica como una de las mejores experiencias que ha vivenciado.
"En Barcelona desde que me levantaba hasta que me acostaba se pensaba en el rugby. Hablaba de rugby, buscaba temas de conversación respecto al rugby, vivía del deporte, era todo el día eso, fue una experiencia única la que tuve allá, compartí con jugadores que nunca hubiese pensado. En el fondo, estuve en el mismo rugby europeo, que es el mejor, es de donde nace, entonces me siento un jugador totalmente distinto desde que me fui a lo que soy ahora, incluso ahora tengo un 'roce europeo', explica.
De regreso
Ya de vuelta en Chile con todo el 'training' europeo, su misión en Viña del Mar es potenciar a su equipo Sporting Rugby Club para que ascienda a primera división, a definirse el próximo 9 de junio entre 9 equipos de distintas asociaciones.
Por el momento, Earving está concentrado en su trabajo físico en gimnasio, de juego en cancha y de análisis viendo partidos de rugby, todo esto antes de que tome el camino de lo académico en marzo del próximo año para terminar la carrera de ingeniería comercial en la universidad Adolfo Ibáñez en Santiago.
"Por ahora el único objetivo y tarea que tengo es jugar por Sporting para que suba a primera división, esa fue una de las razones por las cuales volví a Chile y quiero tratar de transmitirle a mi equipo todo lo que aprendí en Barcelona. Después de eso voy a lo académico, al enfoque profesional".
a la conquista
La Estrella de Valparaíso.