Los carros de bomberos fueron los regalones
Las atracciones más solicitadas, por lejos, fueron las reliquias bomberiles que recibieron a miles de niños y fueron blanco de las fotografías.
La plaza Sotomayor se vio más llena y colorida que nunca. Una serie de stands y escenarios montados, interrumpieron la otrora tranquila plaza porteña. Sin duda, las figuras de la jornada fueron las joyas de la vieja escuela bomberil.
Los niños se volvían locos cuando las veían y soltaban la mano de sus padres para encaramarse en los carros. Los voluntarios, les prestaban sus sombreros y posaban a su lado para las respectivas fotografías.
Ermes Muñoz, guía mayor de la Iglesia Adventista de Viña del Mar asistió con una comitiva de siete jóvenes que pudieron disfrutar de esta y otras muestras patrimoniales exhibidas en la plaza.
"Los niños tienen que aprovechar esta libertad de poder ver estas cosas. Nosotros siempre venimos a estas actividades. Ellos disfrutan mucho con esto, les fascina", señaló el guía, que confeccionó una ruta para ir a varios lugares más durante el día de ayer.
Joyitas
Un carro particularmente visitado era un ejemplar Mack del año 1951, de color rojo y perteneciente a la Octava Compañía de Bomberos de Viña del Mar.
"Era de la Quinta de Valparaíso, el '79 lo compró la Brigada de Reñaca, y el año '80 fue el carro de fundación. Estuvo de servicio en la octava compañía hasta el año '84, que producto de un aluvión quedó cubierto con barro completamente y se perdió. El año 2010 lo compramos de nuevo y lo restauramos", explica Frederick Pollman, secretario de la Octava Compañía de Bomberos, y agrega que este "es un carro reliquia, uno de los que hay en el cuerpo de bomberos de Viña del Mar. Tenemos miembros que operaron con este carro en los años que se utilizó".