Alimentos que ayudan al sistema inmunológico
La nutrición durante los meses de frío y lluvias tiene un rol importante en la prevención de enfermedades.
L as lluvias que han caído en gran parte de la zona central durante las últimas horas nos hicieron recordar que estamos ad portas de que el otoño ceda su lugar al invierno. Los días en que el sol todavía estaba presente, como no queriendo dar tregua, quedaron atrás y resignado el "astro rey" comienza su retirada.
Con el aire frío queriendo hacer mella en nuestra salud, la prevención es la palabra clave que debemos grabar en nuestra mente y poner en práctica para evitar que las enfermedades respiratorias nos afecten. En ese sentido, además de la clásica ingesta de productos como la miel, el propóleo y los antigripales, los alimentos que consumamos tienen un rol relevante.
¿qué comer?
Además de los males respiratorios, a los inflamatorios y el estrés también hay que ponerles atención y la nutrición es el primer paso para enfrentarlos. "Cuando un individuo se alimenta, cubre sus necesidades de energía y nutrientes, pero también está influyendo en su estado de salud o en la progresión o detención de alguna enfermedad. De hecho, los conocimientos adquiridos a lo largo de la historia sobre los alimentos, nos han puesto de manifiesto algunos de sus efectos beneficiosos para la salud, más allá de los meramente nutritivos", comenta Camilo Aburto, nutricionista y docente de la Universidad Andrés Bello.
Dentro de los alimentos que debemos incluir en nuestra dieta están los que contienen omega 3, que presentan un efecto beneficioso sobre las enfermedades cardiovasculares, desarrollo visual y cognitivo. Se pueden encontrar en pescados grasos como el salmón, la sierra, el atún y el jurel, privilegiando los frescos sobre los enlatados.
El omega 3 también se encuentra en algunos frutos secos, como nueces; aceites (canola); semillas, como la linaza y chía; además de alimentos procesados enriquecidos con este nutriente, como huevos, mantequillas o fórmulas lácteas. Estos alimentos podrían contribuir además en la disminución de enfermedades inflamatorias, ya sean cardiovasculares, osteoarticulares o incluso dermatológicas.
Una cantidad importante de patologías y sistemas orgánicos se ven afectados por el estrés oxidativo, entre ellos, el sistema inmunitario, que es muy sensible al desequilibrio oxidativo, ya que sus estructuras son fácilmente oxidables. En este caso, minerales como el hierro y el zinc, entre otros, participan de los sistemas antioxidantes del organismo y de esta forma garantizan un buen estado del sistema inmunitario. Estos alimentos en la dieta favorece una buena acción antimicrobiana y un óptimo resultado del proceso de vacunación.
La vitamina C y la vitamina E, antioxidantes que actúan de forma complementaria, son efectivos en la mejora de la respuesta inmunitaria, especialmente en población con estrés o déficit inmunológico, como en personas de edad avanzada o, en situaciones de ejercicio extremo. La principal fuente de vitaminas, minerales y polifenoles incluye las frutas verduras, vino, té, cacao y café.
Finalmente, una homeostasis intestinal adecuada se puede conseguir a través de componentes que modifiquen la composición de la microbiota intestinal como bacterias probióticas o substancias prebióticas. Los probióticos, principalmente bacterias ácido-lácticas de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, modulan el sistema inmunitario y consiguen atenuar y prevenir ciertas patologías de base inmunitaria o inflamatoria.
De esta forma, alimentos como el kéfir (yogurt de pajaritos) y las lácteos y verduras fermentadas por bacterias probióticas mejorar la respuesta inmunológica.
Mirian Mondaca Herrera.
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