Nicolás Arancibia Bórquez
Mañana, a contar de las 15.00 horas, Santiago Wanderers de Valparaíso jugará su último duelo en Playa Ancha por la primera rueda de la Primera B, recibiendo a Cobreloa. Con la necesidad imperante de volver a sumar como local después de la estrepitosa derrota sufrida ante Deportes Valdivia, y de paso asegurar tres puntos que le permitirían ilusionarse con salir del último puesto del campeonato, es que Moisés Villarroel, técnico de los porteños, ha dispuesto una inédita formación para medirse ante los loínos.
El once con el que el forestalino ha estado ensayando en los últimos días y que muy seguramente será el mismo que saltará mañana al césped de Elías Figueroa Brander, parte con Mauricio Viana en portería. La primera novedad es el ingreso de Matías Fernández como lateral derecho, posición en la cual se formó, pero que no había utilizado desde el arribo del mundialista a la banca verde, quien siempre lo privilegió como puntero derecho. Ezequiel Luna y Mario López serán los zagueros centrales, dejando a Boris Sandoval en el carril izquierdo, ocupando el lugar del lesionado Felipe Alvarado.
En mitad de cancha, Villarroel nuevamente apostará por cuatro hombres, aunque esta vez no en forma de rombo, sino que dispondrá de dos mediocampistas dedicados a cortar y dos a explotar las bandas. Luis García y Ángelo Quiñones serán los encargados de poner pierna fuerte, mientras que Francisco Piña y Marco Medel intentarán, por derecha e izquierda respectivamente, crear fútbol.
El ataque será la única línea que no sufrirá modificaciones, ya que Rafael Viotti y Reiner Castro son hombres fijos para el técnico caturro.
Se preparan con todo
Al principio no era más de diez las entidades que habían decidido unirse para participar de la manifestación que se prepara para expresar el malestar dada la gestión de la sociedad anónima porteña a cargo de los designios en Wanderers, sin embargo ya son cerca de 20 los cuerpos que se han unido para llevar a cabo un movimiento pacífico que quieren que quede grabado en la historia colectiva. El llamado es a llevar globos y poleras negras, no cantar en el estadio durante los primeros diez minutos, y luego ser parte de la marcha fúnebre que entonarán los hinchas porteños presentes en el partido de mañana.