Claudio Morales S.

En Quillota, todos debaten sobre quien llegará a la banca de San Luis. Y el nombre del argentino Diego Mario Osella, de 47 años, desata pasiones, pues el santafesino ya tuvo un paso por el club canario hace ocho años en el cual, no pasó desapercibido.

Como bien recuerdan algunos hinchas, a Osella parecía írsele la vida al borde de la cancha del "Angel Navarrete Candia" de Limache dirigiendo a sus pupilos. Gesticulaba, gritaba y daba instrucciones hasta quedar disfónico, como esa vez en Sausalito en que le empató a Universidad Católica, y con un hilito de voz salió a dar todas las entrevistas que le pidieron en el post partido.

Ese episodio fue el 2010 cuando ya tenía a los quillotanos jugando -y sufriendo- en Primera División. Y todo gracias a la campaña de ensueño que había encabezado Osella el año anterior en la B, cuando llegó como un perfecto desconocido desde el ignoto club La Emilia, pero logró posicionar a San Luis en el fútbol de honor después de 22 años, periodo en que la institución de calle San Martín había tenido incluso un tortuoso tránsito por la Tercera División.

Falta oficializar

Sin que el club lo anuncie aún, lo de Diego Osella se da como un hecho, ya que los principales accionistas (Manuel Gahona, Gaspar Goiycoolea y Jaime Baeza) deben primero resolver la fórmula para finiquitar al cuerpo técnico de Miguel Ramírez para después poder presentar al nuevo entrenador. La situación financiera de San Luis no es boyante, e incluso los principales controladores han tenido ofrecimientos para vender su porcentaje accionario, situación que hasta ahora no han concretado, pese a las complicaciones que ha tenido Gahona, quien es apuntado por los hinchas como el gran responsable de la mala campaña del equipo esta temporada.

Los jugadores deben regresar el lunes a las prácticas, aunque esa planificación es la que dejó el cuerpo técnico saliente. La idea es que esa fecha coincida con el inicio del segundo ciclo de Osella en San Luis.

La Estrella de Quillota - Petorca