Denuncian maltrato y muerte de animales en parque porteño
Decesos de cabra y oveja de Somalía ocurrieron en el Parque Quebrada Verde, tras una castración masiva. Diputado Urrutia ofició a Salud. Administrador alerta por sobrepoblación.
Creado como un lugar exclusivo de recreación familiar, arriba en la avenida Laguna Verde, asoma un coloso natural porteño: más de 100 hectáreas de especies nativas -40 de ellas habilitadas- con 10 kilómetros de senderos, zonas de picnic, juegos y más, hacen del Parque Quebrada Verde un sitio único y gratuito en la ciudad.
Declarado Extensión de la Reserva de la Biósfera de La Campana, Peñuelas este pulmón verde cuenta a hoy con más de 100 animales. Además, en estos parajes silvestres emergió la primera granja educativa de Valparaíso, con animales provenientes del Zoológico de Quilpué. Llamas, muflones, ovejas, yeguas y cabras de Juan Fernández son parte del encanto para los devotos de la naturaleza y fauna.
Sin embargo, la confirmación de la muerte de dos animales, una cabra y una oveja híbrida de Somalía, tras ser sometidos a operaciones de castración, por parte de un veterinario municipal a cargo, gatilló un duro cuestionamiento.
Lo planteado por el diputado UDI Osvaldo Urrutia, el martes pasado, durante la hora de incidentes de la Cámara Baja en el Congreso Nacional, llamó la atención: el legislador denunció una posible matanza de animales en el Parque Quebrada Verde de Valparaíso.
Eso tras una denuncia hecha al propio parlamentario a través de fotos donde, a su juicio, se evidencia que un número indeterminado de animales fueron castrados, sin ningún tipo de cuidados, lo que habría causado la muerte a algunos de ellos.
El legislador, al sustento de la denuncia, afirma: "Hace algunos días me hicieron entrega de una serie de fotos donde se veían animales muy mal tratados e incluso muertos, tras ser operados en el propio Parque Quebrada Verde sin ningún tipo de cuidado ni protección mínima que requiere una acción de esa manera".
A juicio de Urrutia se trataría de un hecho muy grave. "No se tomó ningún resguardo para asegurar la integridad física de los animales que estaban siendo castrados, costándole la vida a varios de ellos, lo que obviamente es preocupante por las capacidades técnicas de las personas que están a cargo del cuidado de éstos". Incluso agregó: "No sabemos si tienen las competencias técnicas para llevar a cabo este tipo de operaciones veterinarias, y menos si están aptos para el cuidado correcto de animales".
Es por ello que, tras conocer lo sucedido, solicitó a la secretaría de la Corporación que enviara oficios a la Seremi de Salud de la Región de Valparaíso y al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Sin embargo, desde el SAG aclararon a este medio que ellos no ven el tema del maltrato animal, sino que una brigada especial de la PDI, y que la denuncia se hace ante la fiscalía, por lo que el SAG no tendría competencia en ese ámbito.
En cuanto a la Seremi de Salud, una funcionaria se hizo presente en el Parque. Allí, de acuerdo a personal del parque, se le informaría del tratamiento realizado post mortem con los animales, que ya estaban ancianos o presentaban debilidades físicas, además de dictaminar si hubo o no una enfermedad zoonótica... que puede transmitirse entre animales y seres humanos, provocada por virus, parásitos y hongos.
De vuelta a la denuncia, Osvaldo Urrutia señala: "(Hay que) verificar además si las personas que cumplen labores y que realizaron las operaciones a los animales, cuentan con las competencias técnicas y los estudios certificados mediante documentos que permitan acreditar su conocimiento para atender u operar animales".
Luis Carrasco fue el veterinario municipal a cargo de las operaciones de castración; pero declinó a opinar por no estar autorizado.
A su vez, de detectarse algún tipo de irregularidad, el diputado Osvaldo Urrutia sostuvo que es de toda lógica "pasar los antecedentes al Ministerio Público para que inicie las investigaciones pertinentes y se sancione este caso maltrato animal", manifestó.
DEsde Quebrada Verde
Quien sí habló fue Vicente Gallardo Montecinos, administrador del Parque Quebrada Verde. En su oficina, diseñada al cuidado de finos detalles rústicos y delante de un cuadro colorido extenso, explica: "Lo que pasa es que el municipio de Valparaíso tiene un convenio con la municipalidad de Quilpué en la tenencia de cierta cantidad de animales, que se traduce en la granja educativa que tenemos en el Parque. Ese convenio estableció una cantidad de 45 animales".
Gallardo, quien está en el cargo desde octubre del año pasado, asegura que la cantidad de animales acá sería de 95 (hasta hace poco eran 110). "Nos pusimos en campaña con el municipio de Quilpué para hacer el reintegro del excedente de los animales por el tema de su bienestar y los costos económicos por alimentación".
Aclara que los animales son del municipio de Quilpué, como propietarios, y que "nosotros somos los custodios. El que hace el control sanitario es el municipio -del zoológico- de Quilpué, en cuanto a requerimiento y estado de animales". Y agrega que aquí se trabajó junto con el veterinario en el programa de castración de los animales.
Fue el día 28 de mayo cuando se realizó la castración de animales. Ese procedimiento significó que fallecieran dos en total. Uno durante el día, y el otro, dos días después. A saber: una cabra y una oveja híbrida de Somalía. También resultó herido un tercero, una cabra, que ya estaría recuperada y que, junto a otras de su especie, supuestamente fueron llevadas al zoológico de Quilpué. En el caso de la oveja híbrida de Somalía aducen que era anciana, que un cacho se le incrustaba en la cabeza continuamente y había que romperle la cornamenta. Que tras un mal post operatorio se generó su muerte.
Respecto a la cabra, "lo más probable es por su estado de vida. No tenemos la capacidad para cuidar o tener gran cantidad de animales... dependemos del veterinario de Quilpué", dijo el administrador del parque Quebrada Verde.
"Estamos en la línea de visibilizar más el Parque y ésta no es la mejor manera", comenta Gallardo.
Lo que gatilló este crecimiento de la población animales tiene que ver con su naturaleza reproductiva. En lo que aquí llaman una campaña de reducción de, por ejemplo, las 30 ovejas híbridas, ahora hay 10. "Ya la disminución o reintegro de esas ovejas está más manejable. Con las cabras estamos haciendo casi lo mismo", señala Gallardo.
Otro problemas que no es secreto: en la entrada del recinto dejan "botados" a perros. Sus propietarios se deshacen de ellos, añade personal del parque: "Nos han dejado muchos perros que nos encargamos de mantener. ¡Incluso hasta tortugas han parado acá!".



