En Mercado El Cardonal están atentos a vuelta de "cambuchos de diario"
Eso a raíz de la nueva ley que prohibirá las bolsas plásticas en el comercio y que en la feria porteña entregan a clientes que aún las exigen.
La gente de corazón verde pro ambiental está de fiesta: Chile se convertirá en el primer país latinoamericano que prohibirá el uso de las bolsas de plástico en el comercio a lo largo y ancho del país. Un paso en serio luego que el mismo Presidente Piñera celebrara la ley tramitada en el Congreso.
Tras su publicación en el Diario Oficial, se espera que deje de circular en Chile más de 3 millones de bolsas plásticas. Una buena nueva que, sin embargo, deja con sentimientos encontrados a aquellos vendedores que dan vida a aquel epicentro popular del comercio porteño: el Mercado Cardonal, verdadero patrimonio en el barrio de El Almendral.
¿Cambuchos?
Se identifica como Alejandro. Allí al mando de su pilastra repleta de frutas y verduras, su más de medio siglo a las ventas aquí, le dan autoridad al tema. Se muestra preocupado. Confundido: "Ojalá que inventen otro sistema porque aquí se trabaja con bolsas plásticas, todo el mundo acá está acostumbrado a laborar así". Y proyecta: "No sé qué vamos a hacer, los que fabrican por cantidades tendrán que inventar otro tipo de bolsas". Su apuesta: "Habría que comprar esas bolsitas de papel o algo económico. Capaz que terminemos envolviendo los productos con papel de diario".
Si bien una vez fijada la ley brindará un período de seis meses a los grandes comercios para que dejen entregar estas bolsas, si lo llevamos a las pymes o pequeños negocios, como almacenes de barrio o ferias libres -caso de El Cardonal-tendrán dos años para dejar de usar bolsas plásticas.
Ricardo Valdés, con 45 años detrás del mesón, comercializa frutas, verduras, granos, productos secos. No lo duda: "Sería muy bueno el restringir la bolsa plástica por todo lo que contamina. Para nosotros sería bueno: acá todos damos bolsas de plástico y la gente, muchas veces, por un tema de comodidad, no trae bolsa". "Ojalá que vengan con sus bolsas de género", aconseja. Valdés reconoce que a veces salen más de 30 bolsas al día para complacer a los compradores. Y que el proveedor les vende bolsas con material de nylon.
José Miguel Rubí, porteño, es un cliente habitual del Cardonal. Lo acompaña, aparte de su mujer Ilidia, una bolsa de papel especial donde cargan la mercadería. "Esto de eliminar las bolsas plásticas es lo mejor. Estoy a favor que no quede ninguna en el mundo".
Pedro Gómez lleva 10 años en su puesto de verduras. Considera que por un lado esta determinación favorece el tema ambiental, "pero por otro nos podría afectar a las ventas porque la gente está acostumbrada a que uno les regale las bolsas de plástico". Bolsas que, dice, le cuestan 15 mil pesos semanales. Al igual que don Alejandro, proyecta que van a volver a los tiempos antiguos, "esos donde antes envolvíamos con cartucho y papel de diario".
Camila Moulia, de cerro Alegre, es estudiante de paisajismo. Cuenta que lleva más de dos años arriba de lo que hoy algunos califican como tendencia. De hecho, porta mochila y coqueta bolsita, ambas de género. "Me gusta mucho la idea. Las bolsas plásticas contaminan el mar… después la fauna marina se las comen. Encontrar una ballena de plástico en su estómago es muy triste". De allí que le parezca una excelente iniciativa, "además de reciclar", dijo orgullosa.