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La misión de Osella: rescatar a San Luis

Apuntando sus dardos a la segunda rueda, el DT trabaja contra el tiempo para buscar refuerzos.
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Claudio Morales Salinas

Afalta de dos días para volver a sentarse en la banca como técnico de San Luis, Diego Osella ha tenido ya algunas sesiones de entrenamiento para tratar de imprimirle su impronta a un conjunto canario al que le debe cambiar el rumbo sí o sí. Tras ocho años alejado del club, el DT santafesino se encontró con el complejo de San Isidro y con el estadio Lucio Fariña, joyas que no tuvo en su anterior paso por Quillota, mientras que en el plantel halló a solo un viejo conocido de aquellos tiempos, a Gerson Martínez, el otrora delantero ahora reconvertido en un 'jugador táctico'.

El estreno oficial del flamante entrenador canario será en un reducto que el cuadro quillotano nunca ha visitado, el estadio Municipal de Lo Barnechea. Allí, el elenco local los recibirá este miércoles a las 19.00 para el duelo de ida por Copa Chile, competencia que claramente no es la primera prioridad para quien tomó las riendas del conjunto amarillo la semana pasada.

"Nos va a servir para ver chicos, vamos a encarar eso con responsabilidad, con mucha gente joven, es una decisión que yo tomé", adelantó el estratega. Y la verdad es que la llave ante los huaicocheros le permitirá al técnico, hasta congraciarse de entrada con los hinchas. Los mismos que reclamaron un protagonismo negado en el proceso anterior para valores de casa como Ronald Escobar, Jonathan Bonilla, Dino Latorre o incluso el postergado meta José Lártiga.

Cambiar el chip

Pero, ¿y los más grandes? Los que hicieron el peso de la mala campaña ahora deben cambiar el chip para sacar el barco a flote. Según Osella, "nos hemos encontrado con jugadores mezcla de experiencia y juventud, con muchas ganas de salir de esta situación. Hay un equipo entrenado, armado ambiciosamente para la propuesta que desarrollaba el entrenador anterior; hay que trabajar sobre la cabeza del futbolista para que retome la confianza".

Pero será una doble tarea para Braulio Leal, José Pepe Rojas, Nacho González y compañía, ya que aparte de reencontrar esa confianza dañada, deberán cambiar el repertorio de juego porque su nuevo jefe pretende que sean "un equipo armonioso, con intención, con propuesta de pensar en el arco rival como sucede en los equipos protagonistas, independiente del dibujo táctico". El matiz estará en atender las dos facetas del juego por igual, porque atacar con intención y defender descuidadamente provocó que San Luis viera batido su arco en una proporción muy mayor a lo deseable para un equipo que desee ser competitivo.

Para lograr que el conjunto canario se torne en un cuadro rendidor, Osella y todos en Quillota saben que serán fundamentales los refuerzos. Y los que elija el nuevo cuerpo técnico, no los que había ido a ver hace unas semanas el ayudante de Miguel Ramírez a Argentina. Un volante creativo que se eche el equipo al hombro, un volante por fuera que sea desequilibrante, un central que afirme la retaguardia y un delantero que la emboque o que ayude a que los demás marquen; eso le pidió el retornado técnico a Manuel Gahona (o a Gaspar Goycoolea).

En el fondo, el profe Diego busca armar una columna vertebral como la del 2009, aunque sin arquero nuevo, porque Ignacio González da garantías.

El fútbol chileno

Diego Osella aceptó el desafío de volver porque el cariño que tiene por la enseña canaria es grande, pero también porque considera que el mercado chileno al que retorna, ha progresado. "Yo creo que el fútbol chileno no para de crecer. Ya no necesita el jugador chileno pasar por otra Liga para irse a Europa, han crecido mucho, hay jugadores de jerarquía, creo que acá hay un campeonato súper competitivo, y el jugador extranjero mira a Chile atentamente porque les da la posibilidad de, viniendo para acá, hacer una carrera importante", sostiene el oriundo de Santa Fe.

La Estrella de Valparaíso