Ex seminarista: "Scicluna se conmovió y hasta lloró al conocer nuestro caso"
Mauricio Pulgar, que denunció abusos sexuales en su contra, se reunió ayer con el delegado papal.
Sentimientos encontrados hay en Mauricio Pulgar, el ex seminarista católico que denunció ante la justicia abusos sexuales sufridos por él y otros compañeros, los que habrían sido encubiertos por el saliente obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte.
Durante años este hombre, actualmente casado, con hijos y pastor protestante, gritó a los cuatro vientos lo que vivió junto a compañeros que estudiaban en el Pontificio Seminario Mayor San Rafael de Lo Vásquez entre 1993 y el 2000. Acoso sexual, manipulación de conciencia, tortura sicológica y denegación de justicia, fueron las denuncias que se acumularon contra el exobispo Gonzalo Duarte y otros miembros de la Iglesia Católica acusados de encubridores. Mauricio Pulgar hizo acciones legales sin éxito. Este año, luego que el Papa Francisco "ordenara la casa" tras el escándalo de abuso sexuales en Chile, vio algo de luz al final del túnel.
El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Jordi Bertomeu, llegaron al país a escuchar testimonios, ofrecer perdón y soluciones.
Ayer solamente Scicluna se reunió en la Nunciatura Apostólica con Mauricio Pulgar, otros tres ex seminaristas y dos sacerdotes que estaban prohibidos de ejercer el ministerio por Gonzalo Duarte, quien la semana pasada a través de una carta informó de su dimisión al cargo por cumplir el "límite de edad".
La reunión agendada tenía una duración estipulada de media hora, pero se extendió algunos minutos, tiempo en que las seis víctimas entregaron al delegado papal documentación con los relatos de cada uno de los abusos y amenazas recibidas.
Pulgar dice que no alcanzaron a exponer todo lo que necesitaban. "Pero existió una buena acogida. Él (Scicluna) estaba impactado por las declaraciones que hicimos. Se conmovió y se puso a llorar porque los relatos son fuertes. Agradeció que le expusiéramos los casos, y expresó que tenía interés en que se llegara a la verdad. Estaba muy impresionado de que por culpa de Gonzalo Duarte hubieran 20 sacerdotes sin ejercer el ministerio".
Pulgar estima que la reunión fue fructífera para sus compañeros que no habían denunciado antes, incluso callaron lo sufrido a sus familias. "Fue muy liberador el ser escuchados, fue muy positiva y sanadora esta visita para ellos, pero en mi caso no quedé conforme", enfatizó al entregar las razones de su disconformidad.
"Lamentablemente y en estricto rigor cuando él (Scicluna) se vaya, nosotros quedamos en la indefensión. Nadie en la Iglesia Católica chilena se hará cargo de nosotros. En apoyo legal quedamos entrampados". En ese sentido Pulgar manifiesta que le plantearon al delegado papal que no han recibido ninguna ayuda. Critica que aún no han sido contactados por el nuevo obispo porteño, Pedro Ossandón, para que se interiorice de la situación que los afecta. Tras analizar la situación en las próximas semanas, los afectados estudiarán una nueva acción legal de forma colectiva.
Al término de la reunión de ayer, el sacerdote español Jordi Bertomeu confirmó a la prensa que los antecedentes de todos los casos de abusos recibidos, serán remitidos de forma directa al Vaticano para ser analizados. Se implementará una oficina que recibirá denuncias de abusos la que estará a cargo de personas laicas.