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"El empoderamiento femenino que se vive hoy no es nuevo"

Verónica López, fundadora de revistas como Caras, Cosas y Sábado, y directora en Canal 13 y TVN, cuenta cómo fue dirigir medios de comunicación cuando se suponía que las mujeres debían estar en su casa y no publicando historias en dictadura: "Los periodistas no tenemos remedio, le damos y le damos", dice.
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Más de alguna vez, en la casa, sobre una mesa, en la consulta médica, en el kiosco de la esquina, de alguna forma todos hemos visto las revistas Caras, Cosas o Sábado, junto a El Mecurio. Moda, tecnología y tendencias, prensa rosa, política, los avatares de las monarquías e incluso farándula, que han trascendido generaciones y han acompañado a los chilenos y chilenas desde hace varias décadas, sin obviar -por cierto- los momentos más tensos de la historia nacional.

Pocos saben que quien estuvo detrás de la creación de esas revistas es Verónica López Helfmann, periodista de la Universidad Católica, colaboradora de Puerto de Ideas y con una larga trayectoria en medios, que incluye la dirección y fundación de una decena de otras publicaciones desde los años '70. Ha incursionado además en televisión, donde fue directora del noticiero Teletarde de Canal 13, justo en pleno gobierno de Salvador Allende y al comienzo de la dictadura militar de 1973. Y en TVN, donde dirigió el Departamento de Prensa, ya en el nuevo milenio.

Siempre tras bambalinas en esas publicaciones, la comunicadora transita durante la entrevista con Región F entre sus dos pasiones: la política y las revistas, aunque -para ella- ambas estén indisolublemente unidas.

"Las revistas, por muy frívolas que parecieran, tenían un trasfondo político muy fuerte", cuenta.

Y esa es la forma también en la que enfoca su nuevo libro, lanzado a fines del 2017, "40 años de revistas. Un relato personal", donde la periodista cuenta los pormenores de estas publicaciones, varias de las cuales la han tenido a ella como pieza fundamental. En esas historias, no deja de lado tampoco sus raíces, periodísticas y familiares, instaladas en Valparaíso: su bisabuelo, Guillermo Helfmann, fundó precisamente en el puerto, la primera revista de Chile, "Sucesos", en 1902.

Su intranquilidad intelectual es natural y eso la llevó a dirigir nuevos proyectos incluso fuera de Chile, en Colombia y Estados Unidos. Pero quizás la época que más la hace vibrar es precisamente la dictadura y posterior transición, pues fue cuando desarrolló gran parte de su carrera a la cabeza de Cosas y Caras. En ese período, recuerda, la mayor parte de los directores y editores de medios eran hombres y por lo mismo, destaca el trabajo de las mujeres que se atrevían y que eran parte de sus equipos.

"Ellas eran las valientes. El empoderamiento femenino que se vive hoy en día finalmente viene a recordar que esto no es nuevo", dice la periodista en referencia a la discusión de género que hoy se ha tomado las calles. Explica además que los temas que ahora preocupan a la mujer chilena fueron asuntos que "se pusieron primero" a finales de los años 60 en esas revistas.

"un poco irresponsable"

Los recuerdos de Verónica López se concentran en gran medida en el reporteo en dictadura y el trabajo con equipos que reporteaban en momentos verdaderamente difíciles. Esa labor era -reconoce- "un poco irresponsable. Tú en la pauta, cuando decides tal o cual entrevista o reportaje, consultas a tu equipo. Pero había chicas que se lanzaban a la vida, como la Elizabeth Subercaseaux, que terminó hasta entrevistando a Michael Townley (condenado por el asesinato del excanciller Orlando Letelier, en Estados Unidos) y él confesó finalmente que había sido contratado por la DINA para matar a Letelier. La Elizabeth se arriesgó. A ella le pegó la CNI en la calle, una noche llegando a su casa, que fue una forma de amedrentar, para que no siguiera en esto".

Aun así, su conclusión es que "los periodistas no tenemos remedio, le damos y le damos. Creemos que son cosas anecdóticas y no nos damos cuenta del fondo", pues dice que en las revistas "teníamos cultura, teníamos moda, teníamos sociedad, pero teníamos también todo este tema de la verdad que iba empezando a salir a la luz pública" y que -de hecho- le causó problemas, como por ejemplo, que se ganara "una carpetita", como la llama ella, en la CNI y que tuviera que concretar una entrevista con el entonces general Eduardo Gordon. "Cada vez que lo recuerdo me corre como un escalofrío por la espalda, porque sé que llegué con las piernas temblando y me fui igual, pensando que en una de esas me dejaban adentro", afirma.

"Hay falta de interés en las grandes noticias", termina diciendo, respecto de las nuevas generaciones, quienes -a su juicio- "reciben toda la información desde Facebook y Youtube" y por lo tanto, se exponen a los riesgos de una era de post-verdad, noticias falsas, poca verificación de datos y, como resultado, una apatía con la actualidad nacional. "Yo me inclino más por empezar a contar historias", propone López como solución, no quedarse solamente con el cómo, cuándo y dónde, sino que darle vida a los relatos y así, reformular el periodismo para que las nuevas generaciones sepan involucrarse con la realidad política de nuestro país.