Perú se despidió con honor del Mundial tras doblegar a Australia
Los hinchas incaicos celebraron hasta las lágrimas los primeros goles del Rimac en una cita mundialera tras largos 36 años. Francia y Dinamarca avanzaron a octavos.
Irse eliminados de Rusia ya era demasiado castigo para un elenco peruano que, en sus dos primeros partidos, siempre demostró tener buen fútbol y ganas de luchar. Por eso, en su último partido del Mundial, el cuadro del Rimac mostró la jerarquía extraviabas en las primeras fechas y con mucha autoridad le pasó por encima a un combinado de Australia que a pesar de necesitar un triunfo para clasificar, nunca mostró más hambre que los incaicos.
Tras una gran jugada de Guerrero y posterior centro desde el sector derecho, André Carrillo apareció para abrir el marcador con un zapatazo que hizo estallar en lágrimas a la parcialidad peruana presente en el estadio, quienes pudieron gritar un gol de su país en una cita planetaria luego de 36 largos años.
En el segundo tiempo, casi como si estuviese escrito en un cuento de hadas, Paolo Guerrero, el símbolo peruano que luchó en todas las instancias para poder sacarse su sanción por doping y así poder disputar el torneo, definió con una volea un balón en el centro del área cangura para anotar el tanto definitorio del encuentro.
En conferencia de prensa tras el duelo, Ricardo Gareca, técnico del Rimac, aseguró que "fue un partido complicado, lo sabíamos desde el inicio. Ellos van muy bien por arriba y son duros en la marca. Nos hubiese gustado clasificar, esa era nuestra meta, pero no lo pudimos alcanzar. Afortunadamente hoy pudimos ganar el partido y terminar de la mejor manera"
El "Tigre", visiblemente emocionado, aprovechó al tribuna para confesar que la victoria conseguida "se la dedicamos a todos los muchachos que participaron en este proceso, a Jefferson Ferfán y Alberto Rodríguez que no estuvieron por lesiones. Con el tiempo, han aprendido a estar a la altura del desafío. También quiero reconocer a todos los hinchas desplazados hasta aquí, hasta Rusia, y a la gente de mi país".
Sin arriesgarse
En el partido que más se ha alejado de la tónica del Mundial, y que de hecho ha sido el único empate sin goles en lo que va de competencia, Francia y Dinamarca no se hicieron daño y ambos clasificaron a octavos. Didier Deschamps, técnico de los galos, justificó su decisión de jugar con el freno de mano puesto, ya que "no necesitábamos tomar riesgos, ya que este resultado fue bueno para todos. Intentamos obtener una victoria, pero los últimos 15 minutos, se puede decir que fue un partido neutral".