Triste caso de abandono de cuatro hermanos en Quilpué
Vecinos denunciaron que los más pequeños, mellizos de 3 años, deambulaban por las calles descalzos y en harapos. Los mayores, de 5 y 10 años, pedían dinero y agua en el sector.
Denuncias de alto impacto. La imagen que veían los vecinos a diario era descorazonadora: niños que caminaban descalzos, en harapos y sucios. Cuando veían a algún adulto se le acercaban para pedirle agua. Terrible por donde se le mire.
Fueron múltiples denuncias las que agilizaron el operativo policial por vulneración de derechos contra cuatro niños de una familia gitana de Quilpué. Y fue el matinal "Bienvenidos", de Canal 13, el que en vivo dio a conocer la situación de los menores a todo el país, durante la mañana de ayer.
Tras la retirada de los niños de 10, 5 y dos mellizos de 3 años, por parte de Carabineros, la casa, supuestamente su hogar, permanecía literalmente vacía. La falta de muebles y decoraciones ensanchaba los pasillos de una vivienda que no contenía nada en su interior, como una casa piloto que nadie querría comprar. Ropa tendida en las murallas, suelos sucios y techos húmedos dibujaban la postal de la casa donde vivían los cuatro niños menores rescatados, se asemejaba más a una casa okupa que al hogar de una familia. En el patio, se acumulan las basuras.
Las denuncias hablan de una pareja de mellizos de apenas tres años que eran vistos en constante abandono, caminando solos por la calle sin rumbo. Se veían escuálidos, con ropa sucia y muy mal cuidados; se acercaban a la gente que pasaba, para pedirles agua o comida.
"Nosotros siempre les dábamos agua, en unos bidones que ellos mismos traen", cuenta Natalia Barrios, trabajadora de la escuela de lenguaje Alonqueo, que queda a unos metros del lugar.
La joven agrega que siempre se les ve en estado de abandono y los más grandes son vistos consumiendo neoprén.
"Siempre andan solos, en la esquina se ponen a pedir a los autos que pasan, es la dinámica de todos los días. Se observa que los más adultos manejan estos tubitos de pegamento, se drogan, después los dejan tirados por ahí", relata.
Los apoderados de la escuela de lenguaje cercana a la casa de los menores están al tanto de lo que ocurre; son testigos diarios de esa situación y han interpuesto varias denuncias.
"Los más grandes piden para comer, de hecho yo vi una situación que me dio mucho dolor como mamá, vi que un chileno le pegó a uno de los niñitos porque se acercó a pedirle una moneda, es una situación muy dolorosa, ojalá que tengan una solución. He visto a familiares consumiendo neoprén también, es muy terrible", comenta Anita Pérez, una de las apoderadas.
Vulneración
Todos los denunciantes coincidieron en que la situación que viven los menores, va más allá de la cultura y estilo de vida de la comunidad gitana. Están derechamente en abandono y sus derechos están siendo vulnerados.
Para muestra un botón: una de las personas que denunció la situación a Carabineros también es gitana. Se llama Karina Pavez y dice que cada vez que viene a dejar a su hija al colegio, le toca ver cómo los gemelos andan sin ropa interior, llorando y pidiendo por comida. Esto le partió el corazón y decidió hacer algo al respecto.
"Puse la denuncia en Carabineros hace unas tres semanas, cuando pasamos con mi marido y los vimos sin ropa", cuenta.
Respecto de la condición de gitanos de los padres de los niños, Karina es enfática: "Yo conozco el tema de cerca porque yo soy gitana, entonces no es un tema cultural. Mi familia de parte de mamá es gitana y las cosas no son así, respetamos las leyes de Chile, mandamos nuestros niños al colegio, tenemos controles de salud, entonces para nosotros esto no es algo cultural, es algo de vulnerar a los niños. Más por eso yo hice esta denuncia, porque con esto, ellos ofenden a mi pueblo".
El Tribunal de Familia quilpueíno resolvió que los padres no ofrecían las condiciones para mantener a los pequeños, por lo cual perdieron la custodia.
Uno de los niños fue enviado al hogar Padre Alfonso Boess, y los otros tres fueron asignados al hogar María Madre, ambos en Viña del Mar.
Seguimiento
La gobernadora de Marga Marga, Carolina Corti, advirtió que ya estaban siguiendo el caso con anterioridad.
"Nosotros como Gobernación desde abril de este año estamos al tanto de la situación de los cuatro niños de origen gitano, domiciliados en el sector Ojos de Agua. En ese entonces, el Departamento Social de la Gobernación recibió el caso desde la OPD de Villa Alemana y lo derivó al Sename. Adicionalmente, con fecha 25 de abril de 2018, el Departamento Social de esta Gobernación realizó una visita al lugar, constatando el deplorable estado de la vivienda", señaló.
Además, explicó que "una de las dificultades que presenta este caso es el continuo cambio de domicilio de la familia, lo que ha impedido en varias ocasiones realizar las correspondientes notificaciones por parte del Tribunal de Familia".
Adicionalmente, el diputado Pablo Kast anunció que iba a solicitar una medida de protección al Tribunal de Familia.
"Presentaremos una demanda por la vulneración de sus derechos, a fin de que éstos puedan ser restablecidos y puedan optar por un futuro mejor y más protegido", dijo.
Del mismo modo, el diputado informó que "ya elevamos un oficio de fiscalización para saber el motivo por el cual, en la comuna donde ocurrieron los hechos, no existe en la actualidad una Oficina de Protección de Derechos de la Infancia y Adolescencia, dado que es esa entidad la encargada de promover y otorgar protección integral al ejercicio de los derechos de niños, niñas y adolescentes de Quilpué".
Desde el municipio de Quilpué explicaron que las Oficina de Protección de Derechos de Infancia (OPD) son departamentos que dependen de Sename y que pasan a licitación. La municipalidad poseía una OPD, pero el plazo de la adjudicación caducó el año pasado. Hoy no cuentan con una OPD.