Fabián San Martín D.
Dicen que la tercera es la vencida... ojalá no sea así en el caso de un joven porteño que en el lapso de un mes fue baleado en dos ocasiones, saliendo con vida de ambos ataques.
El primer hecho, caso que fue publicado en La Estrella, se produjo a fines de mayo en la cancha Pedro Aguirre Cerda en el paradero 9 del cerro La Cruz.
Cerca de las 14.30 horas se desarrollaba un partido entre clubes de barrio, que era seguido por algunos espectadores en las graderías. Al sector llegó un desconocido, quien aparentemente sin una provocación de por medio, extrajo de entre sus ropas un arma de fuego y disparó en varias ocasiones. Los asistentes trataron de refugiarse para no ser alcanzados, mientras el tirador abandonó el recinto por el acceso de la calle Naylor.
En ese instante uno de los espectadores se percató que había sido herido. Se trataba de M.N.C.A., de 21 años, domiciliado en el mismo cerro La Cruz, quien de forma particular fue trasladado hasta la Unidad de Emergencia Adulto del Carlos Van Buren. Allí le diagnosticaron una "herida por arma de fuego, sin salida de proyectil en la pierna derecha", lesión de carácter grave por lo que fue hospitalizado.
Como evolucionó favorablemente, M.N.C.A fue dado de alta y regresó a su hogar. Lo insólito del asunto es que un mes después nuevamente fue baleado. Esta semana regresó de urgencia al mismo Van Buren.
El joven relató que a las 19.00 horas caminaba en dirección a su domicilio en cerro La Cruz, cuando en la calle Naylor se encontró con un grupo de jóvenes que discutía. Siguió presuroso su camino cuando se escucharon disparos y cayó al piso inconsciente. Cuando despertó ya era atendido por los médicos de la Unidad de Emergencia Adulto, que le diagnostico una herida a bala sin salida de proyectil de mediana gravedad.
Los médicos le extrajeron fragmentos de metal, que fueron remitidos en cadena de custodia al Labocar Valparaíso. La víctima quedó a la espera de ser citada a declarar al Ministerio Público.
Trascendió que en ambas situaciones en que ha sido lesionado, el afectado no ha colaborado mayormente para el esclarecimiento de los hechos. Todo apunta a que terceros buscan acabar con su vida por rencillas anteriores y no se habría visto afectado por tiroteos circunstanciales.
No hay pistas respecto de los autores de las balaceras.