Nada de fácil ha sido la planificación del compromiso de vuelta de la Copa Chile frente a Palestino para Víctor Rivero, entrenador de Unión La Calera. Esto, debido a que el plantel cementero prácticamente se ha vuelto un hospital dada la cantidad de lesionados que tienen hasta el momento, lo que sumado a que no estaba en la planificación anual disputar partidos a esta altura del año, tienen al ex estratega de Everton con más de un dolor de cabeza.

"Creo que se debieran tener las fechas exactas en que uno entra a participar y cuándo termina (en Copa Chile). Así podríamos haber hecho una planificación una vez terminada la primera rueda", indicó acerca del partido de esta noche Víctor Rivero, quien además a futuro, y en caso de pasar a cuartos de final de la competencia, deberá prepararse para otro problema, ya que el compromiso que se disputará hoy a contar de las 19.00 horas, será el último que podrá albergar el Lucio Fariña de Quillota durante un par de meses debido al cambio de césped sintético, lo que sumado a los arreglos a los que se está sometiendo el Nicolás Chahuán de la Calera, dejarán al cuadro rojo sin estadio para albergar sus partidos de local en los primeros partidos de la segunda rueda del campeonato nacional.

Solo sirve ganar

En lo estrictamente futbolístico, y más allá de los errores de planificación, en La Calera se tiene una fe absoluta para poder sellar su paso a la ronda de los ocho mejores del torneo. Para ello, y dada la igualdad a un tanto conseguida en Santiago, los cementeros deberán sí o sí vencer a los árabes para no pasar zozobras, recordando que el gol de visita no tiene validez en este torneo, y que un empate por cualquier resultado obligará a definir la serie por penales.

A la espera de que llegue el delantero que tanto espera Moisés Villarroel para cerrar el plantel caturro, es que Santiago Wanderers ya realiza sus trabajos de intertemporada pensando en la segunda rueda del campeonato de Primera B, torneo donde tiene la obligación de sumar puntos para escapar de las últimas posiciones, y de paso, ver si le alcanza para meterse dentro de los seis primeros, lo que le daría un lugar en la liguilla que otorga un cupo de ascenso a primera división.

Hoy Santiago Wanderers tiene 14 unidades en su cuenta, y solo la diferencia de gol lo salva de estar en la última posición del campeonato. Sin embargo, sabiendo que el objetivo caturro siempre ha sido volver al fútbol de honor de nuestro país lo antes posible, es que en comparación con años anteriores, se puede hacer una proyección en cuanto a la cantidad de puntos que los caturros necesitan para poder aspirar, al menos a la sexta ubicación del torneo, y ante ello, es que el panorama no es para nada alentador.

En las temporadas 2015/2016 y 2016/2017 (en este periodo había un equipo menos en la división), los equipos que ocuparon la sexta ubicación obtuvieron 44 y 41 puntos a lo largo del año respectivamente. En el transición del año pasado, que se jugó durante solo un semestre, el sexto puesto obtuvo 21 puntos, uno menos que Unión San Felipe, cuando que actualmente sería el último en ingresar a la postemproada.

Si bien en el fútbol los números son solo precedentes y poco tienen que ver con lo que pueda suceder a futuro, estos antecedentes reiterativos mostrarían que el Decano necesitaría sumar cerca de 30 unidades durante la segunda rueda si es que quiere tener opciones claras de subir de categoría.