Cinthia Matus O.
Martes por medio, en las dependencias de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) de Valparaíso, un grupo de gays y lesbianas se reúne para dar vida a la "Pastoral de la Diversidad Sexual" (Padis+), un ministerio de origen católico, cuyo objetivo es conciliar la fe con la orientación sexual.
David Alarcón, uno de los integrantes de este grupo, explica que la iniciativa nació en Santiago a fines del 2010, pero que desde enero del 2016 se replica en la calle Eusebio Lillo, en donde acogen "a todas las personas que quieran vivir el desafío de integrar su homosexualidad con su vida de fe".
María Eugenia Valdés, religiosa del Sagrado Corazón, agrega que la Padis surgió para apoyar a la comunidad LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales) que, por discriminación u otros motivos, no ha podido llevar una relación íntima con Dios. "Aún cuando el discurso oficial no es tan acogedor, ser homosexual no significa salirse de la iglesia y estar reñido con la fe", asevera.
Su misión
La religiosa, quien actualmente apoya a la Pastoral porteña junto al sacerdote jesuita Gabriel Roblero, cuenta que la invitaron a participar como acompañante espiritual en la obra de Santiago. "Tres jóvenes que pertenecían al movimiento de las Comunidades de Vida Cristiana se juntaron y como al mes me invitaron a participar. Acepté y con el tiempo el grupo fue creciendo. Ya no solamente incluía al grupo LGBTI, sino que también a padres que tenían hijos homosexuales", recuerda.
Luego, cuando la trasladaron a Viña del Mar, junto a David Alarcón, quien es oriundo de San Antonio, buscó la forma de imitar la Pastoral de la Diversidad Sexual en Valparaíso. "Los dos habíamos conocido personas homosexuales y les dijimos que podíamos comenzar juntos el espacio pastoral. Desde 2017 estamos reuniéndonos quincenalmente los días martes, bajo el alero de la CVX de Valparaíso, que nos presta sus dependencias", cuenta María Eugenia Valdés.
Señalan que el ex obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, compratió con ellos. "Él estaba en conocimiento de nosotros. De hecho, una vez nos visitó como obispo, vino a saludar y a conocernos. Después no hubo ocasión para que él volviera, pero sabía que existíamos y así también pretendemos hacerle saber al próximo obispo", acota la religiosa.
Por esto, tanto Alarcón como Valdés, insisten en que la Pastoral jamás actuará en contra de los dogmas de la Iglesia Católica. "No somos una iglesia paralela ni vamos a cambiar lo que dice la doctrina de la Iglesia. Nuestra concepción es acoger a personas, hombres y mujeres, que se han sentido menoscabadas cuando han reconocido su orientación sexual distinta", dice María Eugenia Valdés.
Una misa de colores
El martes 26 de junio, el grupo, que está compuesto por unas 10 personas, celebró una misa en el contexto del mes del Orgullo Gay. Allí, los presentes rezaron, hablaron de sus vivencias y compartieron con amigos lo que ha significado llevar su homosexualidad y la fe. "En lo personal, siempre tuve una vida de iglesia, pero luego se produjo un distanciamiento, que sólo la Padis pudo conciliar. Así que para mí (la Pastoral) es un espacio en el cual es posible dialogar, crecer, orar y acompañarnos en una sociedad en la que todavía queda mucho por hacer", manifiesta David Alarcón, integrante de la Pastoral.
Para ingresar a la Pastoral, no necesariamente hay que profesar la religión católica, pero sí hay que pasar un filtro, enviando un mail a valparaiso@padis.cl. Allí lo contactarán y le indicarán los pasos a seguir.