Secciones

Descubriendo la historia tras las estatuas del parque Italia

Desde el siglo pasado las múltiples esculturas han caracterizado el espacio que nació siendo una propiedad privada denominada Jardín Abadie.
E-mail Compartir

Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.

A un costado de la principal arteria de Valparaíso, la avenida Pedro Montt, se erige el espacio con más piezas escultóricas de la comuna y, también una de las más representativas de la región: el parque Italia.

Quince son las estatuas que actualmente pueden ser apreciadas por quienes frecuentan el lugar, que fiel a su pasado, mantiene sus características áreas verdes, como cuando su nombre era Jardín Abadie.

El origen de este célebre espacio, centro frecuente de reunión, concentraciones artísticas también de movilizaciones, se remonta a la mitad del siglo XIX. Entonces, era un centro social privado, que era propiedad de Jorge Tomás Davis, un socio inglés de la casa comercial Guillermo Gibbs y Cia Ltda. Ese espacio durante largo tiempo fue arrendado por un francés llamado Pablo Abadie, que lo convirtió en un centro de reunión, con actividades de entretención, principalmente musicales, que encantaba a los habitantes de la ciudad junto a sus cuidados jardines.

Dos décadas después, en 1870, el lugar dejó de ser un espacio privado cuando fue comprado por la municipalidad y se intensifica el cuidado de sus áreas verdes. De esta forma, también se incorporaron especies florales que no existían en el espacio, y que -se cuenta- fueron regaladas por vecinos de comunas cercanas, como Viña del Mar, Limache y Quillota. Más tarde, alrededor de 1889, se ejecutaron trabajos complementarios, como enladrillamiento de sus arterias y, entonces, ya era considerado como uno de los lugares favoritos de paseo de las familias porteñas, comenta el historiador Archibaldo Peralta.

Cambios de nombre

El lugar conservó el nombre de Parque Municipal , hasta que en los albores del siglo XX fue remodelado y, tras eso, en homenaje a la activa colonia italiana que había en la ciudad, pasó a llamarse parque Italia, en 1939. Entonces, también existía antigua casona que servía para que allí se realizarán conciertos, pero producto del terremoto del 3 de marzo de 1985 quedó inutilizable y, luego, demolida.

Durante el gobierno de la Unidad Popular fue llamado Plaza del Pueblo, no obstante, acostumbrados a su nombre anterior, los porteños conservaron el nombre de parque Italia, denominación que sobrevive hasta la actualidad.

La furia del cataclismo de 1985 no pudo arrasar totalmente con las esculturas del parque, entre ellas, la insigne Loba Capitolina, que justamente fue regalada a la ciudad por la colonia italiana. La figura de la loba amamantando a Rómulo y Remo, símbolo de la ciudad de Roma, está fundida en bronce, y se sostiene sobre pilar de piedra rosada con estilo jónico, desde 1936.

Múltiples estatuas

La Loba Capitolina es la que destaca por sobre las otras por su estratégica ubicación en el centro del parque, debido a la estrecha conexión de ésta con el origen del nombre del lugar. No obstante, explica Peralta, hay otras que tienen una historia aún más llamativa, por los lugares donde estuvieron antes de arribar defintivamente a este espacio de reunión porteño.

Precisamente en uno de los accesos al parque, por el costado que da hacia calle Independencia con Freire, dos imponentes leones (uno frente al otro) custodian la entrada de quienes ingresan al lugar. Ambas esculturas, indica el historiador, "fueron rescatadas después del terremoto de 1906 (...) estaban en el foyer del Teatro La Victoria (antiguo Teatro Municipal), que estaba donde hoy está la plaza Simón Bolívar". Según el libro "Monumentos Públicos Región de Valparaíso", que fue realizado por el Centro Histórico Forense de la Policía de Investigaciones (PDI), con la participación de Peralta, estas dos creaciones fueron hechas por el reconocido escultor francés Mathurin Moreau.

Recibir estatuas que estuvieron en plaza Victoria no sólo ocurrió con Los Leones, ya que también eso se hizo con La Agricultura, La Marina y El Comercio (las tres de fierro fundido). Sin embargo, revela el historiador, éstas tuvieron otra escala antes de llegar definitivamente al parque Italia, ya que "después de la plaza Victoria se trasladan al muelle Prat, donde estaba el edificio de la Bolsa Comercial (demolido alrededor de 1900). Ahí había una placita, entre el edificio de la Bolsa y el borde costero. Ahí se colocan. Después se construye el Monumento de Los Héroes de Iquique, se demuele el edificio y las estatuas se trasladan al viejo Teatro La Victoria".

La escultura La Agricultura también es obra de Mathurin Moreau (al igual que La Marina y El Comercio), quien diseñó en Francia el original. La figura femenina representada en esta estatua se caracteriza por poseer un arado, sostenido con su mano derecha que se oculta tras sus pies, y un ramillete de espigas en su brazo izquierdo.

La Marina tiene dimensiones similares a la anterior, pero en este caso, una mujer sostiene un timón y un catalejo, que simbolizan la actividad marítima predominante en la zona. En tanto, El Comercio está representado por una figura femenina con diadema, que sostiene delicadamente en un brazo el Caduceo de Mercurio (en su forma más usual consta de dos serpientes, arrolladas sobre una varilla, sostenida por un par de alas). En el otro brazo la mujer protege una bolsa con monedas. En todas estas esculturas la figura femenina es protagonista, como símbolo de fecundidad.

En el acceso del parque que da hacia avenida Pedro Montt con Freire nuevamente dos estatuas, ubicadas perfectamente una frente a otra, dan la bienvenida a quienes prefieren esa ala para internarse en el esta histórica área verde de Valparaíso. Se trata de Las Antorchas, que recalca Peralta, " esas originalmente estuvieron arriba del museo (de Historia Natural), cuando era instituto comercial (...) Después, cuando éste se va se colocan en el parque Italia".

Otras obras más contemporáneas, pero que de igual forma son representativas del lugar, son los bustos de fierro fundido del navegante genovés Giovanni Battista Pastene y del padre del movimiento obrero chileno, Luis Emilio Recabarren.

La escultura del primer gobernador marítimo de Valparaíso fue donada en 1961 por la ciudad de Génova. En tanto, la de Recabarren, fue creada en 1970 por el artista chileno Marcelo Cerda. 45 años después, en mayo de 2006, la Central Unitaria de Trabajadores lo homenajeó instalando una placa de mármol adosada al pedestal del busto.