Croacia y Wanderers
El partido entre Croacia e Inglaterra por el pase a la final del mundial de Rusia 2018 dejó varios elementos para analizar y aprender. A varios nos pareció una obra de arte lo que jugó el cuadro balcánico, puesto que comenzó perdiendo el cotejo, lo igualó y pasó a ganarlo en tiempo extra 2 a 1. Pese a que no mostró un fútbol "vistoso", Croacia hizo un partido correctísimo. Mordió en la mitad de la cancha, recuperó y distribuyó balones. En delantera, Mandžukic fue solidario y buscó siempre la asociación para marcar la diferencia y en defensa, el limitado pero excelso defensor Domagoj Vida, se puso el overol dejando la vida para quitar y reventar balones, sin amedrentarse al no cumplir con el nefasto proverbio del guardiolismo de salir jugando limpiamente.
Ruego, por el amor al puerto, que los ineptos jugadores de Wanderers hayan visto este partido de alto impacto y pongan en práctica la primera regla del equipo croata: la camiseta se queda mojada completa y los jugadores se entregan hasta el pitazo final.
José Luis Cofré Trevia