Exseminaristas vuelven a reunirse con Ossandón
Esta tarde se realizará nueva cita con el nuevo obispo donde analizarán los más de 50 casos que ellos manejan en la Diócesis de Valparaíso.
"Esperanzado" se encuentra el exseminarista Mauricio Pulgar, quien durante años ha denunciado una serie de abusos cometidos por sacerdotes de la Diócesis de Valparaíso y que hoy forma parte del grupo de víctimas que comenzó una serie de citas con el nuevo obispo Pedro Ossandón.
Esta tarde se realizará una nueva reunión donde según Pulgar, el objetivo será continuar con una mesa de trabajo que surgió como idea del mismo obispo y donde además participará el representante de los laicos de la iglesia local.
"La idea es que tengan de primera fuente, aunque ya los tienen por otras vías, los relatos de cómo ocurrieron los abusos y violaciones y cuáles son las personas involucradas", destacó Pulgar.
El denunciate destacó que "el segundo objetivo es tratar que se cumpla la promesa para que otras personas puedan denunciar, que son profesores de religión de la Diócesis de Valparaíso, para que no reciban un castigo por hacerlo. Eso se le pidió al obispo Ossandón y se supone que en esta reunión tiene que estar en la mesa".
Además quieren "trabajar lo que se planteó desde un principio, que es la reparación. Tenemos compañeros que están con problemas de salud graves producto de los casos de abusos y violación".
Mauricio Pulgar reconoce que sus expectativas son positivas. "Quiero tener esperanzas. Mañana lo vamos a saber; si no, vamos a tener que tomar otras vías. Por ahora están en pausa las demandas judiciales por el compromiso que hizo el obispo".
Cifras alarmantes
Esta semana, la Fiscalía Nacional informó que desde el 2002 a la fecha (cuando comenzó la Reforma Procesal Penal) han investigado 144 casos de abusos cometidos por sacerdotes y laicos pertenecientes a la iglesia católica; de ellos 17 corresponden a la Región de Valparaíso.
Al respecto, Mauricio Pulgar dice que esas cifras no revelan la realidad del problema, ya que a diferencia de otras ciudades, en Valparaíso no hay garantías para las víctimas y no se atreven a denunciar. Sólo el grupo que se reunirá con Ossandón maneja 50 casos donde muchos de los afectados son ex seminaristas o personas que eran niños que participaban de una iglesia. "Eso sin contar a las mujeres, ahí el número se dispararía", aseguró.