Secciones

San Pedro tuvo su gran día de fiesta en Concón

Cientos de asistentes, además de 17 escuelas con Bailes Chinos, danzas y coloridos atuendos celebraron a lo grande al Santo Patrono de los pescadores en Higuerillas.
E-mail Compartir

Guillermo Ávila N.

Retumban las cajas. Suenan flautas y pitos. Danzas nortinas, así como vibrantes atuendos, que contagian de alegría a locales y turistas que no pierden mirada al intenso recorrido.

Bailes Chinos y Diabladas que avanzan en una masiva procesión a la altura de los ritos ancestrales que, literalmente, le ponen color a esta tradicional Fiesta de San Pedro.

Una singular festividad en que los pescadores de Higuerillas homenajean a su Santo Patrono de los pescadores por el borde costero de Concón en una tarde cálida dominical, lo opuesto al temporal de hace unas semanas.

Roberto Pallacán, presidente del sindicato de la Caleta de Higuerillas, marcha en la avanzada del grupo de gala para la ocasión: de terno y gafas oscuras, dice con orgullo que aquí todos los pescadores participan, "estamos contentos, es un año más: le rendimos tributo a nuestro querido San Pedro y a Dios. Por la fe que nos da, la seguridad de llegar con nuestras embarcaciones y peces a nuestros hogares".

Pallacán agrega sobre la procesión cuyo trayecto de un kilómetro y medio inicia en Santa Elena para dar la vuelta por el Club de Yates Higuerillas hasta la Caleta: "Lo estamos haciendo por tierra, por seguridad. El próximo año, queremos hacer la procesión por mar, a la antigua.

Fiesta Centenaria

Dejando atrás la tradicional misa mañanera al "patrono", Héctor Basaes, diácono permanente de Concón, nacido en la comuna, no se despega de la figura de San Pedro. "Conozco esta fiesta desde niño. La importancia de esto el Papa lo dice en su carta: la festividad del pueblo de Dios es la que hay que dar en estos tiempos". Y agrega casi al son de los bailes que provienen de las 17 escuelas de la región, Santiago y otras regiones: "Esta es la fe viva que hay en estas caletas. Una festividad muy hermosa de más de 100 años de celebrarse acá".

A sus 75 años, como lolo, Manuel Arancibia es el portaestandarte. También avanza con una bandera. Dice que en esto lleva toda una vida y que aquí partió a los 10 años. Es el lafer del Baile Chino Petorquita. "Soy de Hijuelas, de la Virgen de Petorquita. Esto es muy bonito. Me encanta participar todos los años".

Jaqueline Fuentes no suelta la mano de una niña, Ana. Ambas captan miradas. La niña parece una ángel; de hecho va vestida como tal: de blanco y bordados en dorado representa la pureza del baile. A su lado Jaqueline luce su prenda bordada en Perú. De rojo por la sangre de Cristo y azul por el cielo, recalca. "El vestido es raso, pero es como piel de sirena. Este baile es nueva, llevamos dos años recién".

Ya en el corazón de la romería, un hombre-cóndor eclipsa la atención. Al contagioso aleteo de una Diablada capitalina, aquel traje de plumas, además de la careta, garras y el cuerpo "representan a un cóndor. Aunque parece un diablo. Me robo la película, en la Fiesta de la Tirana fue igual", menciona canchero el "hombre-cóndor", mientras una joven que ondea una bandera aimará sigue a la banda uniformada. Todos anclan al punto final: la Caleta y reposo de San Pedro... regocijo de devotos a la mar.