Priscilla Barrera Ll. y - Fabián San Martín D.
Un complejo episodio de violencia intrafamiliar ocurrió en el sector de El Sol en la comuna de Quilpué, donde un hombre de 42 años, aparentemente descompensado, y que presenta un cuadro de esquizofrenia, atacó con un cuchillo a sus padres adultos mayores, quienes debieron llamar a Carabineros para solicitar auxilio.
Así lo confirmó el jefe de la Segunda Comisaría de Quilpué, mayor Patricio Gómez, quien precisó que al llegar al lugar el personal policial verificó que el agresor, que resultó ser el hijo de las víctimas de 70 y 72 años, había provocado lesiones en contra de su madre mediante el uso de un cuchillo.
"Al nivel 133 se recibe un llamado telefónico de dos adultos mayores quienes estaban siendo agredidos y amenazados por su hijo que sufre de esquizofrenia. Al llegar al lugar, el personal policial se percató que el agresor se encontraba escondido en su dormitorio y que había agredido a su madre", señaló Gómez.
"El personal ingresa al dormitorio del agresor y al percatarse que mantenía en su poder un cuchillo con el que amenazaba al personal, uno de los efectivos efectuó un disparo hiriéndolo en su muslo izquierdo", agregó el jefe policial, que enfatizó que el funcionario reaccionó así tras ver en riesgo su vida, luego de ser herido con el arma blanca por el individuo, quien finalmente fue arrestado por el delito de lesiones leves en contexto de ley de violencia intrafamiliar y amenaza de muerte.
Al cierre de esta edición Carabineros se encontraba a la espera de la resolución del fiscal de turno respecto de su situación procesal, dado el cuadro mental que padece.
Especialista
El siquiatra Leonardo Contreras, jefe de Atención Cerrada del hospital siquiátrico Del Salvador, no se refirió a este caso en particular al desconocer los antecedentes del mismo.
Sí explicó de manera general que las personas que sufren de esquizofrenia tienen conductas bastante adecuadas y pueden vivir perfectamente con sus familias y sin dificultades, siempre y cuando estén tratados por especialistas.
"El tratamiento debe ser con medicamentos antisicóticos y con intervenciones de rehabilitación, donde el paciente y su familia aprendan el manejo de la enfermedad", detalló el especialista.
Respecto de los pacientes agitados y con conductas violentas, el médico concordó en que es necesaria la intervención de la fuerza pública. "No se puede razonar o convencer a una persona con un arma en la mano, y ahí entran los protocolos policiales".
Añadió que estos casos extremos de descompensación o de agitación sicomotora en estos pacientes ocurren después de meses sin un tratamiento, tiempo en que también pudo haber consumo de drogas. "Ellos requieren tratamiento y hay por ello que tener una actitud preventiva. Es muy importante que reciban el apoyo de la familia o la comunidad organizada para que se traten. Una situación de alto riesgo es prevenible, hay que llevarlo a los controles, a sus terapias y suministrarles sus medicamentos", enfatizó Leonardo Contreras.